Altar mayor e imagen de la Virgen en la iglesia parroquial de Calamocha.
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JILOCA/XILOCA
En
lo tocante al patrimonio artístico, tanto civil como religioso, cuatro estilos
se prodigan en este fértil y variado valle: se trata del gótico, del mudéjar,
del renacentista y finalmente, el barroco. Para su mejor administración sería preciso,
en primer lugar, su ordenación y, seguidamente, el establecimiento de rutas
para su explotación turística. La dispersión de las piezas a lo largo del valle
hace dificultosa la visita al viajero o al turista. Otras piezas, de las que el
valle tiene abundante catálogo, son las vírgenes románicas. Por ello, la creación
de un museo que abarcara todo este territorio, facilitaría su conservación a la
vez que se cumpliría un principio museístico, cual es, el evitar su dispersión.
En
lo tocante al tema, del que ahora se anuncia el despegue, del turismo interior,
poco se ha hecho en el Jiloca. Y sin embargo, la zona tiene, sin duda alguna, una riqueza impresionante si, a esto que
decimos, añadimos la riqueza natural: valles, lagunas, menas, bosques, parameras, sierras… La flora, la fauna, sobre todo ornitológica, debería
ser objeto de una adecuada protección, más allá de la actividad cinegética a
cuyo abuso hay que poner definitivamente, fin.
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Baldaquino del altar mayor de la iglesia parroquial de Calamocha.
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