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viernes, 10 de noviembre de 2023

Noviembre2023/Miscelánea. UNA HISTORIA DE LA ESPAÑA PRE-VACIADA Y SU REFLEJO EN LA ACTUALIDAD URBANA DE TERUEL

DE CASI TODOS, DE CASI TODOS…

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Eran los tiempos en que los autobuses de línea salían de la fonda Utrillas para el Maestrazgo y Cuencas Mineras y, del Óvalo, para la sierra de Albarracín y Zaragoza. Bueno, pues, en esto que un joven acaba la carrera, es ordenado sacerdote y enviado por el señor obispo a un pueblo de la diócesis de Teruel y Albarracín. Toma el autobús de línea y se presenta en el pueblo. Rápidamente  se aposentó en el lugar y se adaptó a la idiosincrasia de sus habitantes. Pasaron los años, llegó la jubilación y el señor obispo le mandó “reacao” de que ya podía volver a Teruel. Un buen día, avisado el vecindario de tan extraordinaria noticia acudió en masa a la parada del autobús. El cura con la parsimonia que dan los cuarenta años de servicio en el lugar echó la maleta a la baca del vehículo. Se arremangó las sotanas y subió al autobús de línea. Precavido, se sentó junto a la ventanilla que daba a la plaza del pueblo. Lugar en el que se había congregado el vecindario en “su totalidad”. Eran muchos años y demasiadas  experiencias vividas junto a aquellas sencillas gentes. No hubo discursos de despedida ni el alcalde tuvo que rascarse la boina en busca de alguna idea emotiva con la que despedir al cura…. Arrancó el autobús al ralentí  y una nube de pañuelos blancos se levantó al cielo. Todo el pueblo exclamo en un único grito sonoro: ¡¡¡ Adiós… Padre ¡!!  ¡¡¡ Adiós… Padre!!!  ¡¡¡Adiós… Padre!!!  Entonces el cura, con parsimonia, sacó la mano por la ventanilla, saludó al pueblo y dijo con palabras casi inaudibles… “de casi todos”… “de casi todos”… “de casi todos”…

Todos los jóvenes que van a la Zona de Teruel no son unos vándalos ni mucho menos. Pero a esa minoría que sí lo son y que destrozan mobiliario, pintan las paredes, machacan los portales y hacen ruidos que no dejan dormir al vecino les regalamos el fruto de su “trabajo”. Si viviera el cura del cuento diría que, no todos son unos vándalos, pero “casi todos”... "casi todos"... "casi todos"... Todos no, desde luego.

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