FUERO Y CAPÍTULO
Muy próximos en el tiempo desaparecen
en Teruel dos instituciones medievales. El Fuero de Teruel lo hace en el año
1598 y El Capítulo General Eclesiástico no es suprimido pero entre los años
1580 y 1594 el obispo Jaime Jimeno de Lobera organiza el obispado de Teruel que
tendrá la misma extensión que el arcedianato de Teruel. Este obispado
comprenderá la totalidad de la Comunidad de Aldeas de Teruel. El nuevo obispado
pretende ir liquidando el Capítulo General Eclesiástico.
Entrada la Edad Moderna hay dos
instituciones de poder a erradicar. El Fuero que había sido creado para potenciar
la zona de cara a la Reconquista, ya no tiene justificación. Por otro lado el
Capítulo había acumulado tanto poder que ya con anterioridad (Pedro IV) había
pedido el obispado para Teruel con el fin de ponerle coto.
Fuero y Capítulo en la práctica
formaban una “masa crítica” que controlaba toda la política y la economía de Teruel y su Comunidad de Aldeas, por parte
de unas pocas familias.
Cuando Fernando el Católico introduce
la Inquisición en Teruel su objetivo es establecer una ley superior al Fuero y
al poder del Capítulo. Como es natural los poderes fácticos se rebelan contra
esta imposición con las consecuencias que todos sabemos. Se llega a torturar a
un clérigo de la familia de los Sánchez Muñoz.
A pesar de establecerse la
Inquisición en Teruel, como una “Súper Ley”, será preciso acabar por separado
con ambas instituciones. Con el fuero se acaba pronto, pero el Capítulo irá languideciendo
durante los siglos siguientes.
La Edad Moderna, que es la de la
monarquía absoluta, lo que hace es despojar a la nobleza y al clero del poder
político, pero no el económico. Muchos privilegios del clero todavía perviven, por ejemplo no pagan el IBI.
Las dos instituciones turolenses de
la época feudal están representadas en dos edificios. El Fuero en el palacio de
la Comunidad (actual Museo Provincial). El capítulo en la casa de Acción
Católica en la calle Yagüe de Salas.
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