En la calle de San Esteban y en estos bajos que muestra la fotografía, tuvo lugar durante muchos años el "repaso" de don Cándido. Era este, un señor de buen porte, pulso calmado y flexible para con las aptitudes de cada alumno (nunca pegó a un alumno). El inventó la integración antes que nadie y ayudaba a los alumnos con dificultades de aprendizaje, todas las tardes. Era aficionado al tabaco en pipa y a las motos. Nunca recibió ningún reconocimiento público a pesar de tener el trabajo menos gratificante del sistema educativo. Cuando el alumno fracasaba en el sistema, se acudía a don Cándido.
*