Joaquín Pignatelli
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ANTECEDENTES
Joaquín Atanasio Pignatelli de Aragón
y Moncayo
Joaquín Atanasio Pignatelli de Aragón
y Moncayo (Caltanissetta, 2 de mayo de 1724 - Madrid, 12 de mayo de 1776), XVI
conde de Fuentes y IV marqués de Coscojuela, fue un consejero y diplomático de
origen italiano al servicio de la monarquía española.
Biografía
Hijo de Antonio Pignatelli, príncipe
del Sacro Imperio Romano; y de María Francisca de Moncayo, condesa de Fuentes y
marquesa de Coscojuela. Se casó en 1741 con María Luisa de Gonzaga y
Caracciolo, II duquesa de Solferino.
Grande de España, y gentilhombre de
cámara del rey Fernando VI. Caballero del Toisón de Oro en 1761, de Sancti
Spiritus y de san Miguel en 1768, y de Santiago ese mismo año.
Fue embajador en Turín de 1754 a
1758, en Londres de 1760 a 1762 y en París de 1763 a 1773. Miembro del consejo
de Estado desde 1763. En 1768 fue nombrado presidente del consejo de Órdenes.
Falleció en 1776, siendo enterrado en el convento de san Hermenegildo de Madrid.
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José María Pignatelli de Aragón y
Gonzaga
Biografía
Pignatelli de Aragón y Gonzaga, José
María. Marqués de Mora (V), duque de Solferino (III). Zaragoza, 19.IV.1744 –
Burdeos (Francia), 27.V.1774. Militar.
José Pignatelli de Aragón y Gonzaga
nació en el seno de una familia aristócrata aragonesa, en la que destacó su tío
el canónigo ilustrado Ramón Pignatelli.
Bautizado ese mismo día en la
zaragozana parroquia de San Gil, fue el hijo primogénito de Joaquín Pignatelli
de Aragón y Moncayo, conde de Fuentes y embajador español en Turín, Londres y
París, y de María Luisa Gonzaga y Caracciolo, duquesa de Solferino. En 1754 el
nombramiento de su padre como embajador español en Turín supuso el traslado de
toda la familia a la ciudad italiana, pasando la educación del joven Pignatelli
al cuidado del abad francés La Garenne.
El 6 de abril de 1760 casó en
Zaragoza, por expreso deseo de sus padres, con María del Pilar Ignacia Abarca
de Bolea, heredera única de la ilustre y poderosa casa del conde de Aranda. La
boda fue oficiada por el tío del novio, Vicente Pignatelli y Moncayo, y diez
días después se anunció en la Gaceta el nombramiento de Pignatelli como
abanderado en el Regimiento de Guardias Españolas de Infantería. El matrimonio
marchó con el conde de Fuentes a Londres, donde acababa de ser designado
embajador, y allí tuvo lugar el nacimiento de su primera hija, a la que llamaron
Joaquina, quien falleció a los pocos meses.
Tras volver de Londres pasaron a
residir en Madrid, en donde Pignatelli fue nombrado en noviembre de 1762
coronel agregado al Regimiento de Mallorca, obteniendo el 5 de abril de 1763 el
mando efectivo del Regimiento de Galicia. Ya en tan tempranas fechas Pignatelli
se vio sumido en un cierto escándalo al cortejar a la famosa comedianta
Mariquita Ladvenant.
El 25 de agosto de 1764 la marquesa
de Mora dio a luz a su segundo hijo, Luis Gonzaga Joaquín, quien unía de esta
forma las casas de Aranda y Fuentes. El parto ocasionó poco tiempo después la
muerte de la madre y la condesa de Aranda se llevó al huérfano a Madrid,
viéndose Pignatelli libre para marchar a la Corte parisina, donde su padre
ejercía como embajador.
Al parecer su atractivo físico y sus
contactos personales le granjearon un lugar importante en dicha Corte,
acrecentado por el prestigio de su padre y por sus amoríos con mademoiselle de
Lespinasse, amiga íntima de D’Alembert.
El 5 de julio de 1767 falleció en
Madrid su hijo Luis, mientras el marqués andaba muy ocupado en cortejar a
Mariana de Silva, duquesa viuda de Huéscar.
A finales de abril de 1768 visitó a
Voltaire en Ferney, donde fue agasajado por el filósofo francés, quien no dudó
en recomendar su incorporación al ministerio de España por ser “un joven de
extraordinario mérito”, pensando en el aragonés como el vehículo transmisor más
idóneo de las ideas enciclopedistas entre la aristocracia española, lo que
constituye el hecho más sobresaliente de su biografía política. El 28 de marzo
de 1769 representó a los condes de Fuentes en las capitulaciones matrimoniales
de su hermana María Manuela Pignatelli con el duque de Villahermosa.
El 1 de junio se celebró la boda,
tras la cual marchó Pignatelli con los recién casados a París. Un año más
tarde, el 3 de abril de 1770, fue nombrado brigadier de los Ejércitos Reales.
Ya en esta época la delicada salud de
Pignatelli fue empeorando. Tras un breve retiro en el Monasterio de Veruela, en
compañía del padre Antonio José Rodríguez, dejó el servicio militar obteniendo
la licencia absoluta en enero de 1771. A partir de esta fecha su enfermedad
pulmonar se recrudeció. El 12 de octubre de 1773 murió en Madrid su madre, la
condesa de Fuentes. El 27 de mayo de 1774 falleció José Pignatelli en un hotel
de Burdeos, tras haber emprendido viaje desde Madrid a París incitado por
d’Alembert para reunirse con mademoiselle de Lespinasse, viaje al que por su
delicado estado de salud debió, sin duda, la muerte. (Real Academia de la
Historia)
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VIDA DESDICHADA DE UN HEREDERO DEL
CONDADO DE TRAMACASTIEL
Por el Dr. M. FERNÁNDEZ ARRAIZA
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Alcanzaba el siglo XVIII, casi su
segunda mitad, con los señores de Tramacastiel don Joaquín Pignatelli de Aragón
y Moncayo, conde de Fuentes, y su esposa doña María Luisa Gonzaga y Caracciolo,
duquesa de Solferino, cuando el 19 de abril de 1744, nació en Zaragoza, el
primogénito de la casa, siendo bautizado el mismo día y recibiendo el nombre de
José (María) Pignatelli y Gonzaga. Disfrutaba la casa del conde de Fuentes y señor de
Tramacastiel de mucha influencia en la Corte y en el gobierno, y la
extraordinaria reputación de que gozaba ante el rey y sus ministros, no fue
obstáculo para que el condado se tambaleara, y entrara en acentuada crisis por
el pleito que sostenía con el conde de Aranda que le disputaba la posesión de
todos los lugares del condado y los marquesados de Mora y Coscojuela. Más he
aquí, que se produce en Zaragoza el fallecimiento de un niño, acontecimiento al
parecer intrascendente, y sin embargo, de una importancia capital para el
futuro desenvolvimiento de la villa de Tramacastiel y de los restantes lugares
del señorío. El niño fallecido era nada menos que Luis Augusto Abarca de Bolea
y Fernández de Híjar, hijo único varón de los condes de Aranda, y por su muerte
quedaba como heredera única doña María del Pilar Ignacia Abarca de Bolea, que a
la sazón era un año más joven, que el primogénito de los condes de Fuentes y
futuro señor de Tramacastiel. Con motivo de la muerte del niño se concierta un
pacto familiar entre las poderosas casas de los Fuentes y los Aranda,
conviniendo el matrimonio de los hijos de ambos. Se firmaron las capitulaciones
matrimoniales el 30 de marzo de 1760, y una semana después, el 6 de abril, se
celebra la boda con extraordinaria fastuosidad y regocijo de ambas familias en
las casas de los condes de Aranda, que eran las de la condesa de Lemus, situada
en la plaza de Santiago.
Celebrado el matrimonio, el heredero
del señorío de Tramacastiel, el 19 de abril, cumplió 16 años, y un mes después,
el 20 de mayo, se le nombraba abanderado en el Regimiento de Guardias Españolas
de Infantería. En noviembre de 1761, estando el nuevo matrimonio en Londres,
tuvieron el primer descendiente, una niña, que se llamó Joaquina, y murió allí
a los pocos meses. Regresaron a Madrid a principios de 1762, donde asistió el
22 de abril a la profesión de sor María Luisa Pignatelli en las Salesas Reales,
hermana mayor de don José. En Madrid permanecieron durante bastante tiempo, el
suficiente para que don José Pignatelli comenzara a rondar con gran secreto a
la famosa comedianta Mariquita Ladvenat, a la que también cortejaba su cuñado
el duque de Villahermosa, y por entonces se dio el caso curioso de que cuando salía
una noche de casa de la comedianta el duque de Villahermosa se topó con un
apuesto galán que era nada menos que su cuñado, el heredero del señorío de
Tramacastiel, que a la sazón contaba dieciocho años. Se produjo un ruidoso
incidente entre los dos y el escándalo llegó a conocimiento del conde de Aranda
que llamó la atención al joven yerno.
En noviembre del mismo año don José
Pignatelli es nombrado coronel agregado del regimiento de Mallorca, y al
siguiente, cuando todavía no había cumplido los diecinueve, le concedieron el
mando efectivo del Regimiento de Galicia, y en enero de 1764 trasladaron su
residencia a Zaragoza, instalándose en el Palacio de los condes de Fuentes
situado en el Coso y al poco tiempo, el 25 de agosto, doña María del Pilar
Abarca dio a luz un niño que venía a reunir en una sola las casas de Fuentes y
Aranda. De resultas del parto falleció la joven madre.
La prematura viudez del heredero del
señorío de Tramacastiel debió de causarle poco pesar, por cuya circunstancia el
P. Luis Coloma, le aplica con gran acierto aquella copla que dice:
El domingo le vi en misa,
Lunes le mandé un recado,
Martes me case con ella,
Miércoles le pegué un palo,
Jueves se metió en la cama,
Viernes la sacramentaron,
El sábado se murió
Y el domingo la enterraron.
Y en una semana fui
Mozo, viudo y casado.
El joven viudo, con sus ligeros
veinte años, marchó a Francia, frecuentando los salones de fiestas de París y
Versalles, donde pronto adquirió fama de seductor, a lo que contribuyó, sin
duda, el prestigio que disfrutaba su padre, señor de Tramacastiel, como
embajador de España ante el rey de Francia, que le había concedido la singular
distinción de ocupar el puesto de honor entre todos los diplomáticos
acreditados ante la Corte francesa. Abusando del favor real y de todos los
honores que le prodigaban los reyes de Francia, el jovencito viudo se lanzó de
manera desenfrenada por el camino de la impiedad y del vicio. El mundo de los
placeres le condecoró adecuadamente con la corona triunfal de la enfermedad, y
la tuberculosis pulmonar germinó y desarrolló, obligándole el 7 de agosto de
1773 a salir de París para ir a Bagnéres, donde a poco de llegar un vómito de
sangre puso su vida en inminente riesgo de muerte. Se restableció y vino a
España, y en Zaragoza, tuvo recaída, y pasado el peligro lo evacuaron a Madrid,
donde se encontraba el señor de Tramacastiel con su esposa afectada de la misma
enfermedad que su hijo. La condesa de Fuentes murió el 12de octubre de 1773.
La vida desdichada del heredero del
señorío de Tramacastiel, don José Pignatelli, terminó en Burdeos el año 1774, según
reza la partida de defunción, fechada en dicha ciudad francesa, y que dice así:
“El 27 de mayo de 1774 ha muerto en esta parroquia, después de recibir los sacramentos,
el muy alto y muy poderoso señor José Pignatelli y Gonzaga, marques de Mora,
gentilhombre de cámara de su majestad católica, con ejercicio, de edad de unos
treinta años, hijo legítimo y primogénito de su excelencia el conde de Fuentes
y la señora María Luisa Gonzaga, viudo de la muy alta y poderosa señora María
Ignacia Abarca de Bolea; y al día siguientes fue enterrado su cuerpo
solemnemente en la iglesia, estando presentes los señores de Ducastaing y
Duriala, sacerdotes coadjutores, en fe de lo cual, Balette, vicario de
Puy-Paulin; Sandré, cura de Puy-Paulin, aprobando las raspaduras y adiciones
hechas en dicha partida, hoy 19 de julio
de 1774.”
A excepción de este documento,
ninguna referencia fue facilitada por la familia sobre el viaje de Madrid a
París del heredero del señorío de Tramacastiel, como tratando de ocultar y
mantener en el máximo secreto el último viaje del desdichado don José
Pignatelli. Sin embargo, y a pesar de todas las ocultaciones familiares se sabe
de manera positiva que don José salió de Madrid el 3 de mayo de 1774,
acompañado por el médico doctor Navarro y dos criados, que llegó a Burdeos el
23 del mismo mes y murió el 27, como consecuencia de un abundante vómito de
sangre producido por la tuberculosis pulmonar que padecía, en medio de un casi
absoluto desamparo, fatigado y materialmente deshecho por el viaje, en una
modesta posada de Burdeos, sin que pudiera alcanzar la orgía que le esperaba en
París.
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