EL PANCRUDO
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El río Pancrudo se ensancha en Barrachina
y riega una hermosa vega antaño floreciente. El agua hizo de esta aldea una
plaza con cierto movimiento industrial. Tenía Barrachina tres molinos harineros
(ahora se citan los de Garcés y Bernal), tres batanes y otros tres tintes. Es lógico pensar
que en las casas había (no se cita) confección de paños y telas. Dice el Madoz:
“el TERRENO es de buena calidad y se
divide en regadío y de secano; un riachuelo que nace en el término de Villarejo,
pasa por él y muy inmediato al pueblo, proporciona a los vecinos agua para
beber y demás usos domésticos, fertiliza su vega y da impulso a las ruedas de
varios molinos harineros y batanes.”
Actualmente es un pueblo que siente,
como otros muchos de la provincia, los efectos de la despoblación. La “milla de
oro” está en el cruce de la calle Regadera y la calle Mayor. Aquí se encuentra
la Iglesia, el trinquete, el Ayuntamiento, el bar y la caja de ahorros que
apenas se abre para cobrar la pensión.
Es una zona de bellos parajes
naturales por los que, haciendo el Camino del Cid (Anillo de Montalbán), uno
tiene la impresión de vivir los tiempos del Campeador. Los campos están
sembrados de parideras, señal de que por aquí la lana tenía su papel importante
en la economía.
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Los arcos de la lonja, pese a haber sido limpiados con lija abrasiva, todavía conservan restos de la inscripción de tiempos del franquismo.
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Detalle de los arcos
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Recreación virtual
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AÑO 1904
(Trinquete)
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Heráldica municipal del Ayuntamiento de Barrachina (Te)
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