EXTERIOR DE LA IGLESIA DE LA ASUNCIÓN
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La simple observación del exterior de la iglesia de la Asunción de Barrachina nos muestra un templo con varios momentos constructivos. Por una parte la torre, construida en dos épocas lejanas, con diferentes materiales y estilos arquitectónicos. Por otro lado la iglesia, que aún apellidándose barroca (siglo XVII) de tres naves, se aprecian en ella dos partes claramente. Por un lado, la cabecera del templo incluyendo el crucero con su cúpula y tambor, es una composición maciza, plenamente barroca que contrasta con el segundo tramo o cuerpo que alberga las tres naves de la iglesia. Se aprecia en el tramo central, entre el crucero y el coro, un corte en la construcción. Seguramente se adaptó la anterior iglesia gótica reformándola y añadiéndole dos naves laterales rebajadas que dejan ver los contrafuertes que sujetan a la nave central. Sobre el tejado de la nave central hay un campanil pues, la torre, que debió ser defensiva (siglo XIV), no cumplió la función de campanario hasta que se recreció en el siglo XIX dándole el tono neoclásico que ahora posee.
El interior aporta un conjunto rico, en patrimonio artístico, digno de una mejor conservación.
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Sobre el crucero de la iglesia se levanta este imponente tambor octogonal.
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La portada principal de la iglesia carece de cualquier tipo de adorno.
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Las calles que circundan la iglesia se llaman del Castillo, conservando el topónimo la razón, de lo que fue la función primigenia de la torre.
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La torre es defensiva, con saeteras y sin puertas al exterior (tienen una que se abrió tardíamente).
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A los pies de la torre ventana y la puerta practicada en época muy posterior a su construcción.
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Vista de la parte neoclásica de la torre.
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Vista desde la calle Mayor. La cabecera del templo muestra su estructura plenamente barroca. Delante, la lonja del siglo XX.
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