MOROS DE PAZ Y MOROS DE GUERRA
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La ganadería ha sido la actividad
principal en todo el Sistema Ibérico turolense, hasta al menos, el siglo XIX.
Ignacio de Asso señala en la “Historia de la economía política de Aragón” que,
a finales del siglo XVIII, la agricultura en la zona de Teruel era una
actividad marginal. Quedan restos de esta actividad agrícola en nuestros
pueblos. Por una parte “LAS CERRADAS” en las que se cultivaba la verdura para
casa y que eran rodeadas por una tapia de piedra seca, como la que vemos en
Visiedo. Se trataba de evitar que las ovejas y otros herbívoros, entraran en los huertos. Por otra
parte, estaban las parcelas que se cultivaban para trigo y para viña, todo en un
tamaño suficiente para la economía doméstica. Para la viña se utilizaba -en principio- el sistema de parrales y aquí
en Teruel tenemos constancia de que se situaban junto al Alfambra, en el puente
del Cubo.
Los huertos podían tener acequia de
riego o como en este caso de Visiedo un pozo, esto es, cada huerto un pozo. La
forma de cultivo se realizaba haciendo caballones que se regaban “a manta o a
rasa” según el cultivo y según la cantidad de agua, si bajaba poco agua se
regaba una “rasa” tras otra. Todos los pueblos tenían “dehesas”, también
llamadas “bolajes” o “boalares” por lo que el cultivo de forrajes no era
habitual.
Esta forma de cultivar el huerto,
este huerto en particular, no es propia de nuestra cultura y así se lo hice
notar a una señora que salía de misa en ese momento en Visiedo. Le dije que la
forma era haciendo caballones y no vaciando cuadrados de uno o dos metros
cuadrados, como aquí se ve. Me dijo que el huerto lo cultivaba, ahora, un señor
marroquí.
Así es que, hemos dado un círculo
completo en la historia y los moros están de nuevo aquí. Dos tipos de moros se
distinguían en la Edad media: MOROS DE PAZ y MOROS DE GUERRA y, ¡cuidado no
confundirlos! hoy día. Pues hay gente que viene a trabajar y a ganarse la vida
y otras, como en los atentados terroristas, que vienen a hacer mal, a hacer la
GUERRA.
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Visiedo, secando tomates en una tapia de piedra seca.
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