PARADA Y FONDA
*
Las fondas de Teruel, Daroca y
Calatayud, hasta el año 1900 al menos, estaban unidas por una diligencia. Tal diligencia
puede verse en la película “La Dolores” de Florián Rey (natural de la Almunia
de Doña Godina) filmada en el año 1940.
Los patios de las FONDAS eran en
determinados momentos del día un hervidero de gente para aquellos tiempos
colgados entre el siglo XIX y el XX. Dos fondas conservan todavía el sabor de
lo viejo, el espíritu del pasado: son las del Tozal en Teruel y, la de La
Dolores, en Calatayud. Y las dos deberían ser declaradas BIC.
Estas fondas constituían un micro-mundo
en todos los aspectos. Allí se reunían personas de diversas procedencias,
caballerías de tiro, perros, gatos, ratas, que se escondían entre los carruajes, la impedimenta de los viajeros y las
cuadras y pajeras. Había almacenes para paja y grano, bodega-despensa para vino y demás
alimentos, habitaciones, cocina-comedor… todo ello mezclado con las micciones y los boñigos de
las caballerías que ponían en el ambiente un olor característico pero, al que
estaban acostumbrados los viajeros.
En este ambiente, tan estresante para
la época, no era pues, raro, que las relaciones humanas y los amoríos tuvieran
su correspondiente peripecia. Aquí, en este caldo de cultivo, nace de forma inopinada y con un importante sustrato popular, la Leyenda o Historia de la Dolores.
Por ello, ahora, en pleno siglo XXI, penetrar en el patio de la Fonda de la
Dolores en Calatayud produce un cierto estremecimiento y una sensación de adentrarnos, de golpe, en un pasado que ahora se nos antoja romántico.
*
*
*
*
*
*
***
**
*
**
*
