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jueves, 20 de septiembre de 2018

Septiembre2018/Miscelánea. EL LOBBY CATALÁN Y NUESTRO FERROCARRIL

EL LOBBY CATALÁN
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Mientras los ciudadanos de a pie salimos a la calle a mostrar nuestro enfado con un ferrocarril tercermundista abandonado a su suerte (en el tramo Lechago-Navarrete circula más lento que un tractor), otro grupo de “presión” al que llamamos lobby visita los despachos políticos de España y Europa. Hasta ahora se ha visto que ellos tienen más poder y que están consiguiendo arruinar nuestra vía férrea. “Zaragoza”, se ha dejado engañar hasta ahora, con el señuelo de una plataforma logística (PLA-ZA) que daría remisión a la marginación que puede sufrir tan importante capital y nudo ferroviario. Varias veces hemos criticado a Lambán, desde estas páginas, por aliarse con nuestros naturales “enemigos”, por aliarse con el lobby catalán. Sin embargo, las cosas pueden cambiar para Zaragoza si, como se pretende, los empresarios catalanes logran montar una plataforma logística en Lérida. A partir de ahí, Lambán, ha tenido que ir a ver a su homólogo valenciano Ximo Puig para unirse frente al enemigo común.
Los vaivenes en la política se tienen cuando no está bien definida la misma y, en este caso, no está bien definida la política de transporte ferroviario que atraviesa el Pirineo y que comunica el Atlántico con el Mediterráneo. Si todo o casi todo el transporte terrestre de España sale a Europa por Cataluña… tenemos un problema, problema que se acrecentará en el futuro vista la DUI que pretende el Gobierno catalán.
Si no traemos el Eje a Teruel, más de la mitad de la provincia va a tener un futuro más que incierto. Basta mirar a Molina de Aragón, una población alejada de todas las vías importantes de comunicación (sin tren) y que lentamente sufre el zarpazo de la despoblación y el abandono. Teruel, a duras penas resiste, gracias a que es capital de provincia y tiene un elevado porcentaje de trabajadores que son funcionarios, pero esto, quizá no sea para siempre porque, las estructuras administrativas pueden cambiar y la Diputación Provincial desaparecer y, así, otros servicios que antes se daban a toda la provincia y ahora pueden descentralizarse.
Es mucho lo que nos jugamos y poderosos los enemigos con los que hay que combatir. Sobre todo, poderosos enemigos económicos que con sus decisiones pueden volcar la voluntad de los Gobiernos.
Por esta razón, toda la concienciación personal basada en que el problema del ferrocarril en Teruel es una cuestión vital, es poca. Armarse de razones, manejar bien los argumentos, tener claro cuál es nuestro camino y cuáles son nuestros intereses, es fundamental para no perder esta batalla. Una batalla que no se puede perder de ninguna manera.
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