Vistas de página en total

martes, 7 de octubre de 2025

Octubre2025/Miscelánea. EL PICAPEDRERO (CUENTO SEFARDÍ)

EL PICAPEDRERO

(Cuento sefardí)

*

Había un judío muy pobre que vivía de su trabajo de picapedrero. Todo el día estaba en la cantera trabajando de sol a sol la piedra, y éste, quemándole la piel de la cabeza y del rostro. ¡Qué desgraciado soy! pensaba... Un día rogó a Dios que le librara de su pena y estado, que le convirtiera en el poderoso sol y, de esa manera, el mandaría los potentes rayos contra los hombres y dominaría la tierra. Sería todopoderoso. Los hombres lo temerían y él nunca mas padecería la fuerza de los rayos solares. Dios concedió su deseo y lo convirtió en sol. Por momentos se sintió feliz. Su poder era supremo y regía los días, las noches y el latir de la tierra. Sin embargo, algo le molestaba. Había unas nubes que por momentos se hacían muy fuertes interponiéndose entre el y la tierra. Esas nubes eclipsaban su poder. Las nubes neutralizaban su fuerza y lo humillaban. De nuevo habló con Dios y le pidió que lo convirtiera en nube. Pensaba que en ellas estaba el verdadero, el auténtico poder. Una vez convertido en nube comenzó a dejar caer chorros y chorros de agua. El agua abarrancaba los cauces de ríos y barrancos, destrozaba pueblos y ciudades, destrozaba y arruinaba las cosechas y los hombres temían a la nube. Pero pronto vio que, había una roca, un enorme roca, que resistía el poder del agua. El poder de la roca amansaba y distribuía el agua, colocándose en medios del cauce, quitaba el peligro a los humanos. Pidió de nuevo a Dios que lo transformara en roca. Y Dios concedió. Pero no estaba dispuesto a seguir concediéndole más deseos que lo dejaran insatisfecho. De una vez por todas debía determinar que es lo que quería. El picapedrero, ya convertido en roca y sintiéndose todopoderoso escuchó a sus pies como un simple mortal, con una maza y un escoplo, estaba destruyendo la roca, lo estaba destruyendo, convirtiéndolo en polvo, en nada. Entonces definitivamente le pidió a Dios que lo volviera a hacer un simple picapedrero. Eso era lo que quería ser, un simple picapedrero.

Por fin, el judío convertido en simple picapedrero, entendió que cada persona debe contentarse con el don que le dio Dios.

***
**
*