EL OCASO DEL COMUNISMO
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Se encuentran dos cubanos. Uno vivía en Miami y el otro en la Habana. El cubano de Miami comienza contarle las grandezas de los Yankis y del capitalismo. Sus autovías, sus carros, sus ropas, sus comidas, sus viajes, sus avances tecnológicos... aquello eran una maravilla. Entonces le dice el cubano de la Habana. Tu sabes hermano, que Dios era cubano. Pues no, no lo sabía le dice el otro asombrado. Y, cómo es eso chico... Pues mira, Dios hizo el cielo y la tierra y descanso. Luego hizo los dinosaurios, y descansó. Luego hizo a Adán y a Eva, y descanso. Y un poco mosqueado el de Miami le dice: pero hermano si a Adán y a Eva los tenía desnudos y descalzos y con una manzana para los dos... Y dice el de la Habana, por eso sabemos que era cubano, porque Adán y Eva, desnudos, descalzos y con una manzana para dos, decían que estaban en el PARAISO.
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