Casa Grande de la Baronía antes de la penosa intervención para su transformación en hotel
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TERREMOTO EN LA BARONÍA DE ESCRICHE
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La intensidad del terremoto, detectado a las cinco de la madrugada,
ha liberado una energía de 3,6 puntos en la escala Richter (2-10) con epicentro
en la Baronía de Escriche. No ha habido daños personales pues nadie vive en la Baronía
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Casa Grande de la Baronía tras la inconclusa intervención urbanística ideada por Miguel Ferrer
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NI EN SERIO NI EN BROMA
El pequeño pero preocupante terremoto
ha tenido la “virtud” de poner de nuevo en solfa las obras de la Baronía de
Escriche, dentro del término municipal de Corbalán y, las del nuevo hospital de
Teruel, en la rambla de Río Seco que baja de la Baronía y lame el Planizar.
Desde una profundidad de 12 metros ha emergido una fuerza capaz de “despertar”
los huesos de los Sánchez Muñoz poseedores de esta propiedad durante siglos y,
de agitar la conciencia (si la tiene) de Miguel Ferrer, quién realizó una
deplorable labor de “restauración”, que ha dejado la Casa Grande en unas
condiciones verdaderamente lamentables y penosas. Por otra parte, la National Geographic, desde
este mismo momento, está haciendo prospecciones en el cementerio anejo por si encontrara signos de malos
espíritus o de seres endemoniados que condujeran o condujesen a que tanta
desdicha se concentrara en este recoleto valle. Coincidiendo con estos sucesos, Lambán, justo a
las cinco en punto de la madrugada ha sentido “como un trueno” y un chasquido
en una de sus cervicales. Ha dado el episodio por concluido y, sin darle la mayor
importancia ha vuelto al sueño, hasta que a los pocos minutos lo ha despertado
la llamada de Guillén desde Cedrillas desesperado: ¡Presidente, presidente! ¡Despierta!
¡Terremoto en Teruel! Lambán le ha replicado inmediatamente: si es cosa de
pactos, te he dicho que no me despiertes a estas horas… “la guinda del pastel” caerá
por sí sola. ¡No, no, presidente! Se trata de un terremoto. ¿Y, dónde ha sido?
Porque… en la Inmortal no hemos notado nada. Ha sido, ha replicado excitado Guillén, en la Baronía muy cerca (geológicamente hablando) del nuevo hospital
del Planizar de Teruel. Lambán, sin inmutarse ni por un momento, pese a la
exacerbación que mostraba Guillén le ha contestado: ¡Duerme, amigo Guillén!
¡Duerme, alma cándida! Y mañana por la mañana llama a Lucía Gómez, que es la
que nos metió en este fregado y que empiece a hacer prospecciones geológicas para
ver en que estado han quedado las grúas que no quería que pusiéramos la Emma.
A sus órdenes mi presidente. ¡¿Manda
usted alguna cosa más?! Nada más. ¡Qué descanse, soldado Guillén! ¡Ah, y no vuela
a despertarme por estas chorradas a estas altas horas de la madrugada!
Y colorín colorado,
el terremoto ha pasado
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