“SIENDO BISAGRA, CASI SIEMPRE PILLAS
ALGO”
(Corre el PAR (derechas) como un galgo a echarse en brazos del PSOE (izquierdas) por un plato de lentejas)
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Esta es la cuestión y la razón de ser
de los “partidos bisagra”: PILLAR ALGO. La cosa se disfraza con el argumento de
ayudar o facilitar la gobernabilidad. Lo cierto es que existen porque les votan.
En Aragón, el partido que ha funcionado siempre de esta manera ha sido el PAR.
Un partido de derechas anclado siempre (sin renovación) en el caciquismo decimonónico. Ahora, tras el
cambio producido por la última crisis que originó el fin del bipartidismo, aparece
otro partido con efecto bisagra: Ciudadanos, hijo (dicen) del liberalismo que recorrió
la columna vertebral de las Españas durante más de cien años. El PAR (regionalismo caciquismo/agrario) es un partido de DERECHAS. Ciudadanos (burguesía urbana e industrial)
es, también, un partido de DERECHAS. A estos dos partidos se les llama “partidos
bisagra” porque traicionan su ideología, siendo de derechas, se alían con los partidos
de izquierdas por las prebendas que otorga el poder. Ahora, tenemos en
candelero a la Cha, un partido de ideología socialdemócrata (por eso se escindió Puyalón) al que no le
importa sentarse a la mesa con su enemigo natural, el PAR.
El votante inadvertido está viendo
como su voto se ha trasvertido. Votó a la derecha y su voto acaba aupando a la
izquierda al poder. Votó a las izquierdas
y ahora van de comandita con la derecha. De lo que ha pasado en el Ayuntamiento
de Huesca se pueden sacar sabrosas consecuencias.
Ahora bien, los partidos que saben
sacar espantajos para desviar la atención han criminalizado a VOX. ¿Todos?
Todos menos el PP que, en este asunto, también, se la coge con papel de fumar.
Es ético pactar con Bildu o los
independentistas que señalan abiertamente que quieren destruir España… No
parece que a este asunto ponga remilgos el PSOE. Sin embargo, cuando VOX señala
que quiere suprimir las autonomías, se rasgan las vestiduras, poniendo de esta
manera en un nivel o categoría superior la autonomía sobre el Estado.
Hay mucho teatro, porque lo que se
persigue no es el bien de España ni el bien del ciudadano. Se persigue abierta
y descaradamente el poder. El PARTIDO, por encima de todo. Y en el caso del
PSOE, Pedro Sánchez es DIOS al que tributa todo el partido. ¡Tremendo!
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