VOX
(Los apestados de la política
española)
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En el espectro político
(derecha-izquierda) de cualquier país existe o puede existir la extrema derecha
y la extrema izquierda. En España, la última crisis económica dio en romper el
bipartidismo que venía funcionando desde Cánovas del Castillo (con alguna discontinuidad)
y crear un nuevo modelo, el pluripartidismo. Se dijo que el “pluri” era mejor y
se trataba de dialogar y llegar a acuerdos: esencia misma de la democracia.
España tiene dada, por esta nueva
realidad, dos extremas o extremos: extrema derecha y extrema izquierda. Pero,
veamos… En la extrema izquierda situaríamos a partidos comunistas que tienen
como objetivo la “dictadura” del proletariado: (leninistas, estalinistas, trosquistas,
anarquistas y populistas) y además, aquellos que alientan la violencia y tienen
o han tenido que ver con ella (terrorismo etarra).
Por la otra parte la extrema derecha
tiene que ver con el fascismo: Son partidos fascistas los que han seguido el
modelo italiano de Mussolini o, el todavía más radical, nazismo hitleriano. Como en España hemos tenido una reciente (o no
tan reciente) dictadura en el tiempo histórico del fascismo, se ha dado en
llamar al franquismo, erróneamente, régimen fascista. Era fascista, la Falange, en exclusiva, pero no el carlismo (el Requeté) con el que Franco los unió
(nunca fusionó) para formar el Movimiento Nacional.
En esta tesitura cabe preguntarse
porque Ciudadanos no habla con Vox, le marca una línea roja y, sin embargo,
acepta sus votos??? Si ciudadanos piensa que Vox es un partido fascista, estaríamos
de acuerdo en la línea roja y en que no admitiera sus votos. Pero, a la
inversa, desde el momento en que admite su votos desactiva la primera premisa y
si no, TREMENDA CONTRADICCIÓN.
En estos momentos tenemos un partido
de extrema izquierda llamado EH Bildu, heredero (muy reciente) de ETA, una
banda asesina y cuyas muertes todavía están vivas en la mente de los españoles.
Nadie se espanta o parece espantarse de que, el PSOE, acepte sus votos y de que
brinde con ellos en Navidad. Y, aquí, sí que hay una línea roja. La línea roja
debe de estar señalada con aquellos que han utilizado la violencia, que no han entregado
las armas y no han pedido perdón al pueblo español.
Extrema derecha o extrema izquierda,
lo españoles deberíamos ser lo suficientemente sensatos para no votarlos pero,
en cualquier caso, lo suficientemente capaces para saber el peligro que entraña
uno y otro.
Hitler como Stalin, Stalin como
Hitler, se situaron en el vértice de la pirámide del poder y decidieron sobre
el destino y la aniquilación sistemática de pueblos enteros. Acercarse a este
vértigo por cada uno de los extremos del espectro político es, hoy día, un
suicidio intelectual.
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