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martes, 22 de enero de 2019

Enero2019/Miscelánea. EN LAS REDES DEL AZNARISMO (EL NUEVO MAPA POLÍTICO ESPAÑOL)


AZNAR HA VUELTO
(¡Qué tiemble el PSOE!)
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En realidad nunca se fue. O, mejor dicho, nunca se fue del todo. Ha estado observando a Rajoy no sin una fuerte preocupación. Por eso, cuando Rajoy se marchó (lo echó una moción de censura) no dijo nada, ninguno de los dos dijo nada. Ambos sabían cómo se encontraba la “derecha” política en esos momentos en España. Rajoy (apodado  por Federico: maricomplejines) se marchó a descansar, sabiendo que su tiempo político había acabado. Aznar sin embargo, no. Todo lo contrario. Tenía preparada su nueva estrategia. Los verdaderos, los auténticos liberales son ellos y no estos advenedizos de Ciudadanos  C´s.
Quienes hayan oído gramacear a Federico Jiménez Losantos desde su emisora EsRadio habrán podido observar su más que radical discurso. Federico y Aznar son amigos y colegas ideológicos y, por ello, ambos participan de la misma estrategia. Federico, sin decirlo explícitamente, viene clamando por la aparición de la extrema derecha. La razón nace de la última crisis económica que decantó a la izquierda española, aún más, a la izquierda, con la aparición de un potente (¿?) partido de extrema izquierda como Podemos. Esto afectó, ya se intuía, a la derecha. El desequilibrio en el esquema político español estaba cantado y, aunque el PP tras la caída de Zapatero obtuvo una mayoría absoluta, se observaba en el último periodo de Rajoy, una tremenda debilidad en la derecha.
En el PP hubo, también, un intento de radicalizar el partido  hacia la derecha con la Ley sobre el Aborto de Alberto Ruiz- Gallardón. En aquella ocasión se pensó, sin dudarlo, en prescindir de Gallardón. Y, quién sabe, es posible que fuera un acierto.
La realidad es que en la actualidad Aznar controla (directa o indirectamente) todo el espectro político español desde el centro derecha hasta la extrema derecha. Un poder que aparentemente será compartido pero que hegemoniza Aznar como ya se ha visto en Andalucía cuando Ciudadanos, obligado a pactar, se ha tapado las narices y, al firmar el pacto del Gobierno de la Junta, ha dado por buenos los votos de VOX.
 Las cosas están así. Para ganar las elecciones se necesita dinero. Los partidos emergentes tienen que retratarse ante la banca, sino, no hay pasta. Y, la banca, necesita avales para prestar un dinero.  A Ciudadanos la banca le prestó dinero con la condición de que favoreciera la gobernabilidad, es decir, que fuera un partido bisagra. Esa es la naturaleza de Ciudadanos. Para Santiago Abascal la cosa es, también, muy sencilla, tanto él como Pablo Casado son delfines de Aznar. Los avala Aznar. Aznar los ha criado a sus pechos. Ambos partidos responden a la misma estrategia. Una estrategia tan lícita (sino más) que la del PSOE pactando con radicales de izquierda, independentistas y herederos de la banda asesina ETA (¡toma ya!).
Así las cosas, no conviene comerse la merienda antes de llegar al tajo. Por esa razón esperamos a las próximas en las que se explicitará definitivamente cuál va a ser el mapa político español para las próximas décadas. En resumen, si tal como se espera, VOX consolida su posición en el mapa político español.
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