LA CIUDAD DE DAROCA
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Su territorio y su historia la podrían
haber convertido en capital de provincia. Sin embargo, la Comunidad fue
desgajada y repartida para mérito de otros. Daroca preserva, por contra, el
empaque de otros tiempos más gloriosos. La grandiosidad de sus tesoros religiosos,
sus casas-palacio señoriales, su fuente, su muralla torreada, su alameda, su Mina… sus leyendas y hazañas guerreras. Pero, Daroca, tiene que explota todavía
el tesoro de su calle Mayor, ese barranco sobre el que se empeñaron en construir
sus primitivos pobladores y que era arrasado cíclicamente por las riadas hasta
que las desvió el ingeniero Pierres Vedel haciendo la Mina. Esta suntuosa calle
Mayor será, si hay ingenio y las ayudas llegan la “QUINTA AVENIDA DE ARAGÓN”. Un
paseo por Daroca sienta bien y te quita la penitencia por el pecado de haber
pasado cientos de veces a su vera y no haber parado. Ahora, para ver Daroca, tienes
que ir “apostas” o “de propio”. Daroca confunde
al visitante porque no imagina el tesoro que encierran sus desgastadas murallas.
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LA MINA DE PIERRES VEDEL
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LA CASA DE LA DOLORES
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CENTRO DE ESTUDIOS DAROCENSES
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EL GENIAL MINGOTE
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EDIFICIOS SEÑORIALES
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LUGAR DONDE SE ENCONTRARON LOS CORPORALES LLEGADOS DE LA BATALLA DE LUCHENTE
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