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Ayer comenzó el otoño astronómico,
pero sigue el calorcillo. Por si acaso se tuerce el tiempo ya hemos sacado del cajón
de las mudas, los marianos, la camiseta de zelpa
y los piales. Hemos puesto los recuerdos estivales en el álbum y nos disponemos
para la caída de la hoja y del pelo. Estamos embolsando la uva de mesa y pronto
cogeremos la garnacha. Los días acortan y el cielo, con un sol que comienza a
ser cansino, va perdiendo ese potente brillo veraniego. No hay zagales en los
parques y han comenzado los cursillos y las colecciones. En algunos puestos
anuncian ¡ya!, la lotería de Navidad. Definitivamente esto está cambiando y mucho. Solamente hay una cosa en la que no se nota el cambio de estación: SEGUIMOS CON GOBIERNO EN FUNCIONES (MARIANO ES DE FELPA).
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