ECCE HOMO
De la Colegiata de los Corporales de Daroca
Daroca siempre sorprende, por ello, es bueno realizar más de una visita a esta noble ciudad. Esta localidad (ciudad) conserva un importante patrimonio religioso y civil. La puesta en valor (con ayuda institucional) de su legado histórico hará que crezcan, exponencialmente, las visitas de turistas y viajeros. Desde luego, sorprende la cantidad y calidad de sus obras de arte. A la vez, sus gentes, han guardado un buen puñado de leyendas con las que recrear, de un amanera u otra, el importante papel de Daroca a lo largo de la historia.
HISTORIAS TREMENDAS
(Contadas por Paco Bueno)
EL ECCE HOMO
(TRADICIÓN)
SALIENDO por la Puerta
Baja, con dirección a la antigua carretera de Teruel, no lejos de la ermita del
Carmen, que mira a la hermosa vega, hay una capillita, donde todas las noches
arde una lámpara ante un tosco Ecce Horno. Esta piadosa costumbre tiene su
origen en el siguiente relato:
Durante la guerra
carlista pasó por Daroca una cuadrilla de voluntarios liberales, acaudillada
por un catalán del Pirineo oriental, y compuesta de unos cuantos bandoleros
desalmados, sin Dios y sin ley, llamados «los chavales«, de aquellos que
propagaron en nuestra patria el horrendo vicio de la blasfemia.
Huían perseguidos por
los carlistas, y al pasar por delante de la capillita del Ecce Horno, después
de blasfemar como energúmenos de Cristo, de la Virgen y de nuestra santa
religión, el catalán, haciendo burla del Ecce Horno y martillando su fusil, disparó
contra la imagen, destrozándole las piernas, y huyeron camino de Teruel. No
tardó en llegar el castigo del cielo.
Aun no habían llegado a
Calamocha, cuando fueron alcanzados por los carlistas. Trabóse un encarnizado
combate, en el que murieron varios de aquellos malvados, cayendo herido su
jefe, el perverso catalán.
Sin piedad ni compasión
cogiéronle los carlistas, y clavándolo entre cuatro bayonetas lo llevaron
ribera abajo, hasta las inmediaciones de Daroca, echando, por fin, su cuerpo en
el río, lo mismo que si fuera el cadáver de un perro.
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Fachada del Ayuntamiento de la ciudad de Daroca
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ARMAS DE LA CIUDAD
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NON FECIT TALITER OMNI NATIONI
"No ha hecho así con ninguna otra de
las naciones" (Salmo 147)
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Armas actuales.- De gules, recinto
mural de su color, torreado y con dos puertas unidas por una corriente de agua
también de su color: torres laterales sumadas de sendas banderas reales de
Aragón, fustadas y cruzadas de oro. Dentro del muro, relicario de oro que
guarda corporal de su color cargado de seis hostias sangrientas. El relicario,
acompañado de tres ánsares u ocas de su color a cada lado. Por lema, el
versículo del salmo 147: "Non fecit taliter omni nationi". Por
timbre, corona real antigua.