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Adivinar el futuro es harto
complicado, sin embargo, analizar el pasado no lo es tanto. Se considera que
las hipotecas subprime son el detonante de la crisis. En España, “la burbuja inmobiliaria”
y ligado a ella los bancos produjo un crisis tremenda. Esta crisis lleva
aparejada, también, un componente tecnológico. La crisis expulsó de las clases
medias a 3.500.000 personas. Surge así, el movimiento llamado de los indignados.
El PSOE con Zapatero trato, en un
principio, de atajar la crisis con medidas “tradicionales”, por ejemplo el Plan
E o Plan España, que resultó un tremendo fracaso (obra pública).
Políticamente el resultado ha sido la
escisión del bipartidismo en cuatro partido. PP, CS, PSOE y Podemos. De estos
cuatro partidos quien verdaderamente ve peligrar su suerte (su existencia) es
el PSOE. El PSOE, partido del cambio y de la alternativa ha visto como la política
SOCIALDEMÓCRATA, no es capaz de dar respuesta a la crisis: educación, sanidad y
pensiones ya no satisfacen al electorado. Ahora los parados quieren un sueldo
vitalicio. En Andalucía no ha penetrado tanto Podemos porque esto lo llevan
haciendo hace muchos tiempo (PER y otros etcéteras).
El PSOE quiere consolidarse como
partido de la oposición (como lo era hasta la crisis) y de la alternativa de Gobierno, razón por la cual trata
de repetir las elecciones el número de veces necesario para que los resultados
le sean benignos. Los socialistas todavía cuentan con el voto rural, que es, por
naturaleza, conservador. Cuentan, también, con que el número de indignados se vaya reduciendo con la recuperación de la
crisis. Cada puesto de trabajo creado es un indignado menos.
Pero en caso de recrudecerse la
crisis, no cabe duda, que el PSOE quedaría fagocitado por Podemos. Al PSOE no
lo salvará las estrategias del partido, por el contrario, lo salvará o lo condenará al ostracismo el
discurrir de la economía. De momento piensan que no hay prisa.
La crisis tecnológica que acompaña a
esta crisis es también un factor que ha creado desesperación en amplias capas
sociales pues, un parado de 50 años, difícilmente pueda volver a encontrar
trabajo. Por otro lado los independentismos han venido a enrarecer la
situación. Podemos soportar el “Cupo
Vasco”, pero difícilmente soportaríamos 17 cupos. Tampoco 17 PER con sus
respectivos ERES.
Da la impresión que hay un desquiciamiento
en la política española. La sensatez cotiza bajo en bolsa y se promete lo inverosímil
con tal de llegar al poder.
Podemos ha comprobado, con sorpresa, que sus votos no eran ideológicos, la sociedad española no es trotskista es una sociedad práctica, que busca un trabajo y un modo de vivir tranquilo. Así, tras la repetición de las elecciones estuvieron varios días sin chartir. Recomponer la clase media es la tarea más importante de los partidos constitucionalistas, si no quieren que el Estado entre en crisis y sus partidos se vayan al garete.
Podemos ha comprobado, con sorpresa, que sus votos no eran ideológicos, la sociedad española no es trotskista es una sociedad práctica, que busca un trabajo y un modo de vivir tranquilo. Así, tras la repetición de las elecciones estuvieron varios días sin chartir. Recomponer la clase media es la tarea más importante de los partidos constitucionalistas, si no quieren que el Estado entre en crisis y sus partidos se vayan al garete.
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