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sábado, 1 de marzo de 2025

Marzo2025/Miscelánea. DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA PROVINCIA DE TERUEL POR JULIO PELAYO MARRACO (PRIMERA PARTE AÑO1965)

La Provincia de Teruel

por

JULIO PELAYO MARRACÓ

Secretario de la Diputación provincial de Teruel

Año 1965

La Provincia de Teruel, por su extensión: 14.803,38 kilómetros cuadrados (2,93 por 100 del territorio nacional), ocupa el noveno lugar de las Provincias españolas. Se extiende desde los 39° a los 41° 21' de latitud Norte; y desde Io 53' a 3o 58' de longitud Este del meridiano de Madrid. Limitada por un contorno casi convexo de 818 kilómetros de longitud, va bordeando la laguna de Gallocanta, Sierra de San Martín, Campo de Romanos, Sierra de los Arcos, hasta el río Algas y Peñagolosa en el Bajo Aragón o límite Norte de la Provincia; sube a la Sierra de Javalambre, río Tajo, Cerro de San Felipe, Muela de San Juan, Sierra del Tremedal y Sierra Menera. Todo este perímetro la separa de las Provincias de Zaragoza, Tarragona, Castellón, Valencia, Cuenca y Guadalajara. Y forma el vértice meridional del Reino de Aragón, ocupando algo menos de la tercera parte de esta región. La topografía, clima y suelo, permiten definir en esta Provincia dos zonas naturales típicas perfectamente delimitadas: la llamada Tierra Baja, al NE., y el altiplano turolense con sus sierras más importantes a que luego aludiremos. La primera, la Tierra Baja, comprende la totalidad de los Municipios de Híjar, Alcañiz, Castellote y Valderrobres, con los Municipios de sus correspondientes Partidos judiciales. Se trata de terreno regularmente llano, en el que se destacan singularmente los montes de Beceite y los del Maestrazgo, que marcan la línea con la Provincia de Tarragona y Castellón, respectivamente. La casi totalidad de sus tierras se halla por debajo de los 500 metros de altitud y está regada por los ríos Martín, Regallo, Guadalope, Tastavins y Algas, todos ellos afluentes del Ebro. Los macizos montañosos son escasos y poco elevados. El clima de esta vasta comarca es templado, con temperaturas anuales medias comprendidas entre los 14° y 18° C, siendo raras las temperaturas inferiores a los 5o . Son frecuentes los fríos cierzos del Norte, propios de la cuenca del Ebro. Las lluvias son escasas: las precipitaciones anuales medias son próximas a los 300 litros. Las nevadas, muy raras y poco persistentes, y más frecuentes las nieblas. La altitud barométrica media es de 750 metros, con oscilaciones de 42 milímetros. La principal riqueza de sus fértiles llanuras la constituye el olivo, los cereales y la vid. Son afamados sus aceites, que se exportan al extranjero casi en su totalidad. Tiene una densidad demográfica superior a la media provincial. Su gran distancia y los elevados puertos que la separan hace que las comunicaciones de sus distintos pueblos con la capital de la Provincia sean escasas y difíciles. Su red de carreteras intermunicipales resulta, en cambio, densa y suficiente, con buenas salidas a Zaragoza, Tortosa y Castellón. El ferrocarril de los directos de Madrid a Barcelona se interna en esta zona con un recorrido de 22 kilómetros. El ferrocarril de Tortosa parte de La Puebla de Híjar y la atraviesa en sentido NO-SE, después de un recorrido de 81 kilómetros. El ferrocarril minero de Andorra a Escatrón fue inaugurado en 1958. La histórica ciudad de Alcañiz ostenta, de hecho, la capitalidad de esta comarca; fue Encomienda en la época medieval y Corregimiento en los últimos tiempos de la Edad Moderna, con censo de 10.350 habitantes. Con el nombre de Altiplano y Sierras suele designarse a la totalidad del territorio provincial no incluido en la Tierra Baja antes mencionada. Esta zona, por su gran extensión, variedad topográfica, climatológica y agrícola, puede considerarse como una zona natural propiamente dicha. Las tres cuartas partes de su suelo se encuentran por encima de los 1.000 metros de altitud, siendo rarísimas las cotas inferiores a los 800 metros. Sus capitales históricas son Teruel, a 916 metros de altitud sobre el Norte del meridiano, y Albarracín, a 1.171 metros, con una población de 19.837 y 1.384 habitantes, respectivamente. Los abundantes macizos montañosos y su compleja orografía delimitan infinidad de valles y extensas y elevadas llanuras, que constituyen auténticas comarcas naturales. La variedad y extensión reducida de éstas, hace que sus delimitaciones resulten difíciles y complejas. En una esquemática descripción merece destacarse el denominado Campo del Jiloca. Es una extensa llanura flanqueada al Occidente por las sierras del Tremedal y Menera, y al Oriente por las de Palomera y Cucalón, con una anchura que oscila entre los 10 y los 20 kilómetros, extendiéndose en dirección SN. desde Celia, donde nace el río Jiloca, hasta San Martín del Río, entrando en la Provincia de Zaragoza, con una longitud aproximada de 65 kilómetros; constituye una auténtica zona natural. Su clima es frío, con temperaturas medias comprendidas entre los 10° y los 14° C. Las máximas llegan hasta los 40° y las mínimas bajan hasta los —15° y más. Las heladas son fuertes y frecuentes. No son raras las nevadas que suelen cubrir el terreno durante algunos días. La precipitación media es próxima a los 360 litros. Sus tierras son feraces, regadas en buena parte y cultivadas en régimen de minifundios. Produce remolacha, patatas, cereales, cáñamo, lino, vid, azafrán, frutas abundantes y variadas hortalizas. Dentro de la Provincia es la zona de mayor densidad demográfica. Está cruzada con dirección Sur a Norte por el río Jiloca, cruzándole el ferrocarril central de Aragón y la carretera de Teruel a Zaragoza, que enlazan a todos sus pueblos entre sí y con la capital. La villa de Calamocha, con buen comercio y mercado, ostenta la capitalidad de la comarca. Del coto minero de Ojos Negros, mediante un ferrocarril que la cruza y que desemboca en el puerto de Sagunto, se extraía últimamente la décima parte del mineral de hierro español, cuya producción en estos momentos ha decrecido sensiblemente por causas económicas. Otro coto minero, el de Libros, llegó a producir anualmente más de 10.000 toneladas de mineral de azufre. En la actualidad tiene la producción totalmente paralizada. En las zonas altas de este altiplano y sus serranías, su principal riqueza radica hoy día en el aprovechamiento ganadero y la gran masa forestal para la producción de maderas, leñas y resinas, a que luego aludiremos. Esta gran comarca la integran los Partidos judiciales de Teruel, Albarracín, Calamocha y Mora de Rubielos. El resto de la Provincia comprende los Partidos de Montalbán y Aliaga, y está constituido por extensos macizos montañosos y elevadas mesetas, con altitudes comprendidas entre los 400 metros y algunas cumbres que superan los 2.000 metros de altura. Su clima es también extremado, con temperaturas medias inferiores a los 12° C. y mínimas que bajan de los —20° C. en algunas épocas del año. Las heladas son fuertes y pertinaces y cubren frecuentemente el terreno desde noviembre hasta el mes de abril. Son también frecuentes las tempestades de primavera y los chubascos de estío, que suplen la falta de lluvias estacionales. Los suelos agrícolas son escasos y pobres. Los pastos, en cambio, son abundantes y frescos, especialmente para el ganado ovino, que abunda en estas comarcas. El subsuelo encierra bastantes riquezas mineralógicas. En ella se encuentra la casi totalidad de los yacimientos carboníferos de la Provincia, que en la actualidad suministra más de la tercera parte de la producción nacional de lignitos. Esta comarca adolece de comunicaciones insuficientes. Las carreteras son escasas y de trazado dificultoso. La cruza el ferrocarril minero de Utrillas a Zaragoza. La complicada orografía de esta Provincia y su extraordinaria altitud media constituyen sus características geográficas más destacadas. Tal circunstancia, así como su continentalidad, hacen que todas las corrientes que discurren por su territorio provincial nazcan dentro de la misma. Las recién nacidas corrientes, poco caudalosas y de curso tortuoso, corresponden a cinco cuencas hidrográficas. Aludiremos a la cuenca del Ebro, que se acerca al límite de la Provincia por la Tierra Baja o Bajo Aragón. El río Jiloca que, como hemos dicho, nace en la caudalosa fuente de Celia. El río Huerva, que nace en el término de Fonfría y desemboca en el Ebro. El río Aguasvivas, al igual que el Moyuela, nacidos en los términos de Piedrahita y Allueva, respectivamente. El río Martín, que nace en Vivel del Río y desemboca en el Ebro por Escatrón, a poco de abandonar la Provincia. El río Guadalope, que igualmente desemboca en el Ebro después de salir de la Provincia por Alcañiz hasta Caspe. Los ríos Matarrañas y Algas, procedentes de las Provincias de Castellón y Tarragona, respectivamente. El río Guadalaviar, que nace en el término del mismo nombre, desembocando, tras largo recorrido por la Provincia, en el Mediterráneo por Valencia. El río Alfambra, que nacido en el término de Gúdar, confluye en el Guadalaviar o río Turia, en la ciudad de Teruel. Los ríos Ebrón, Arcos, Mijares, de escaso valor hidrológico para esta Provincia. El río Júcar, que nacido en la Sierra de Albarracín, se interna en la Provincia de Cuenca hacia las tierras valencianas. Por último, el río Tajo, que nace en la Muela de San Juan, Sierra de Albarracín, y tras un breve recorrido por esta Provincia se interna en la inmediata de Cuenca. 
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LA CAPITAL
Teruel es un municipio y ciudad española situada en el sur de Aragón, capital de la provincia homónima. Con 36 713 habitantes (INE 2024), es la capital provincial menos poblada del país. Ubicada en la zona centro-oriental de la península ibérica, a una altitud de unos 915 m sobre el nivel del mar, se encuentra en la desembocadura del río Alfambra en el Guadalaviar, conocido desde su nacimiento como Guadalaviar o Turia. Su clima se caracteriza por presentar inviernos muy fríos y veranos cálidos/templados y secos.
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