SAN SEBASTIÁN DE CUEVAS DE ALMUDÉN
*
GEÖRG STIEGER
(10/04/1657 - 09/05/1720)
*
Por Álvaro Cambra Sánchez-Gil
Geörg Stieger nació el 10 de abril de 1657 en la pequeña localidad de Sonnenburg –Castelbadia–, una pedanía de St. Lorenzen –San Lorenzo di Sebato–, en la provincia autónoma de Bozen-Südtirol o Bolzano-Alto Adigio, al norte de Italia. Su padre, Peter Stieger, era jornalero, y su madre se llamaba Maria, así como su hermana mayor, nacida en 1647. Provenía por tanto de una familia de origen modesto y probablemente fue educado en la escuela del monasterio de dicho municipio. Desconocemos con quién aprendió el oficio artístico, aunque Richard Niedermair sugirió los nombres de Martin Santer y Franz Rasner, dos reconocidos escultores activos en la ciudad vecina de Bruneck –Brunico–.
Ya a finales de la centuria, Geörg Stieger era el escultor más renombrado de la región –y particularmente de la comarca del Pustertal o Val Pusteria–, ejecutando diferentes encargos para las localidades de la provincia, como Montiggl –Monticolo– o Pfalzen –Falzes. Así, en el primer municipio se ocupó, a partir del 15 de noviembre de 1694, de la fábrica del retablo mayor de la iglesia de los Reyes Magos, mientras que en el segundo llevó a cabo una serie de obras para la parroquia de san Ciriaco, las cuales fueron desmontadas en el segundo tercio del siglo XIX con motivo de la reconstrucción del templo (1851-1854), habiendo subsistido algunas piezas como los dos ángeles que coronan los extremos de las puertas laterales del altar mayor, procedentes de otro retablo. Asimismo, en la hornacina central de la cabecera de la capilla dedicada a san Antonio de Padua del jardín parroquial de Pfalzen se dispone una escultura atribuida a Stieger de origen desconocido –puesto que el edificio no fue mandado construir hasta 1820 por el párroco Anton Robatscher–, datada a finales del siglo XVII y con la representación de Cristo sobre la roca fría.
Sabemos que hacia 1700 Geörg se trasladó a Sonnenburg y, cinco años más tarde, en mayo de 1705, adquirió una casa en St. Lorenzen, asentándose definitivamente junto a su esposa Gertrud Stockerin († 1727) y sus ocho hijos –Anna Margaretha (* 1684), Andreas († 1720), Josef Anton, Johann, Ursula, Anna Maria, Anna y Katharina–, y estableciendo allí su taller, el cual debió de estar integrado por un amplio número de artífices ante la copiosa cantidad de encargos recibidos. Precisamente, en este momento, Stieger y sus colaboradores se encargaron de remozar en clave barroca el interior de la iglesia parroquial de san Lorenzo de la localidad a instancias del párroco Johann Jäger y gracias a las donaciones del noble Philipp Jakob von Egerer, miembro de una de las familias más ricas y piadosas de St. Lorenzen. Por ende, al maestro le correspondió confeccionar la construcción del nuevo retablo mayor, el cual fue desmontado en 1958, habiendo subsistido únicamente las figuras de los cuatro evangelistas, así como la pintura central con la representación de la Virgen y el niño con los santos Lorenzo y Miguel, obra de Joseph Renzler (1836). Sin embargo, el inmueble custodia también otras obras debidas a la mano de Stieger, como una talla lígnea con la representación de Cristo resucitado, datada en torno a 1700 –aunque presenta retoques de época contemporánea– y exhibiéndose en el templo tan solo durante el tiempo de Pascua; las figuras de los cuatro padres de la Iglesia y de un ángel con el evangelio, emplazadas en las hornacinas del antepecho del púlpito (1692) y coronando su tornavoz, respectivamente; y una serie de grupos escultóricos fechados hacia 1714, que representan diferentes escenas de la Pasión de Cristo –Jesús bendiciendo, Cristo en la piedra fría, la Oración en el Huerto, las lágrimas de san Pedro, san Juan Evangelista, la Flagelación, Cristo después de la Flagelación, la Coronación de Espinas (Fig. 7), el Ecce Homo, Jesús y la Verónica, la Lamentación sobre Cristo muerto y la Piedad–, y expuestos en la capilla de los Egerer.
Todas estas imágenes fueron encargadas por el anteriormente citado Philipp Jakob von Egerer para ornar las capillas del Vía Crucis que había mandado erigir a partir de 1701 en la meseta de Fronwiesen –Fronwies–, desembocando en la iglesia parroquial de la Santa Cruz, y que su hija Johanna Lukretia se encargó de finalizar entre 1733 y 1734 tras el fallecimiento de su padre en 1723; en la actualidad, tan solo subsisten cuatro de ellas. En líneas generales, se trata de un conjunto bastante heterogéneo, que denota una amplia participación de los miembros de su taller, tal y como cabría esperar de una empresa de tales dimensiones. Las figuras poseen un carácter monumental y están cargadas de gran fuerza expresiva y un patetismo exacerbado propios de la escultura centroeuropea de época tardogótica. En este sentido, debemos tener en cuenta que, a finales del siglo XV, despuntaba en la provincia de Bozen-Südtirol la figura de Michael Pacher, en cuya obra es posible advertir, entre otros, ecos de la plástica alemana. Ya incluso antes de instalarse definitivamente en Bruneck en 1467, los servicios de Pacher habían sido requeridos por varias parroquias de la región, como la de san Lorenzo de St. Lorenzen, puesto que hacia 1460 se le encargó la construcción del retablo mayor del templo, tarea que concluyó en 1465. El conjunto permaneció in situ hasta comienzos del siglo XVIII, cuando fue desmantelado y, como se recordará, reemplazado por el de Stieger. De este modo, nuestro artista fue capaz de conocer de primerísima mano la estética nórdica de época gótica e integrarla en su obra, tanto en los motivos formales como en los asuntos.
Seguramente por estas fechas Geörg Stieger también debió ejecutar el grupo de la Crucifixión del cementerio parroquial de san Lorenzo en St. Lorenzen, así como una serie de esculturas repartidas por los alrededores de la localidad, como un Crucifijo en la iglesia de la Santa Trinidad de Pflaurenz –Floronzo– o las imágenes de san Miguel y el Ángel Custodio que coronan los extremos de las puertas laterales del retablo mayor de la iglesia de santa Margarita de Montal –Mantana–, realizadas en colaboración con su taller.
Finalmente, en lo que respecta a sus ayudantes, a ellos se deben las esculturas que exornan los retablos colaterales del aludido templo parroquial de St. Lorenzen –los santos Lorenzo y Esteban en el del lado del evangelio, dedicado a san Erasmo y fechado en 1668, y los apóstoles Santiago el Mayor y el Menor en el de la epístola, consagrado a san Sebastián y ejecutado en 1856 siguiendo el modelo del anterior–, las tallas de san Juan Bautista y san Miguel (h. 1700) –la primera situada en la nave norte del templo, frente a la pila bautismal, y la segunda adosada al pilar del lado de la epístola más próximo a la capilla mayor, frente al púlpito–, así como el altar de las Ánimas, en colaboración con el maestro, y las imágenes de santa Odilia y una abadesa –quizá santa Clara– que flanquean el cuerpo del retablo del Ángel Custodio (h.1714), ambos dispuestos en la capilla de los Egerer. No obstante, estas dos últimas piezas carecen de una autoría consensuada, puesto que se atribuyen igualmente a la mano de Stieger, tal y como sucede con la mazonería y las tallas del retablo mayor (1683) de la citada iglesia de la Santa Trinidad de Pflaurenz y las figuras de san José con el Niño y san Joaquín con la Virgen emplazadas en los flancos del retablo de la iglesia de san Juan del Hospital en Sonnenburg.
Geörg Stieger falleció en St. Lorenzen el 9 de mayo de 1720, a la edad de 63 años, dejando una herencia conformada por más de 3800 florines. Entre los artistas que continuaron su estela, destaca el escultor Michael Anrater, activo en Bruneck.