El negocio privado, siendo legal y legítimo, no puede ir por encima del interés general. Hace ya un tiempo se editó una pegatina que decía: A TERUEL NO LE SOBRA UN COLEGIO UNIVERSITARIO. Hoy en día la frase está superada y sabemos que la existencia de un Campus Universitario ya no está en función de la oportunidad política sino de la dinámica social. Habrá Campus si hay alumnado. Junto al Campus se construyó una residencia de estudiantes que, cuando se hizo la reforma, se discutió en círculos anejos al partido en el poder sobre le tamaño de dicha residencia de estudiantes. Efectivamente, muchos interesados no querían que la residencia fuera excesivamente grande (no podían oponerse radicalmente a que no se hiciera) porque les “pisaba” su negocio particular cual era, el alquiler de viviendas (pisos) a los universitarios. Esta renta era muy favorable para una familia media turolense. De la misma forma hoy podríamos decir: A TERUEL NO LE SOBRAN VIVIENDAS DE USO TURÍSTICO. Pero, como hemos llegado tarde al negocio, vemos lo que está pasando en otras ciudades grandes. Por esa razón, lo que tiene que pensar el ayuntamiento es en la ORDENACIÓN y REGULACIÓN del sector. Primando, básicamente, la viviendas de uso turísticos que se hagan en un bloque y que eviten en lo posible las afecciones a terceros.
El turismo es bueno para Teruel pues, contribuye a sectorizar la economía. Teruel ha sido durante muchos años una ciudad de funcionarios casi en exclusiva. Es bueno que se desarrollen los demás sectores: industria y turismo, particularmente.
Desgraciadamente no somos pioneros en muchas cosas pero ya que tenemos la ocasión de aprovechar las experiencias de otros, hagámoslo. El turismo va al alza en Teruel y es bien recibido. Pero, seamos lo suficientemente inteligentes para evitar los conflictos sociales que a nadie interesan y que tanto perjudican.