El niño cuida la cabra. La madre (prematuramente envejecida) tiene en brazos a un bebé mientas que, la hija mayor, cuida de su hermana menor.
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AÑO 1900
(Un pueblo cualquiera de Teruel)
Analfabetismo. Alta tasa de
natalidad, las mujeres llegaban a tener hasta seis u ocho hijos (mi madre entre
los años 40-50 tuvo siete hijos. Falta de higiene. El agua corriente tardaría
mucho a llegar a todos los pueblos de Teruel. No había ni teléfono, ni luz eléctrica.
La carne se mantenía en la carnera (para evitar que se cagara la mosca) o en salazón (jamón, etc.) y el
resto de alimentos en las bodegas donde se conservaban más frescos.
Alimentos básicos eran el pan de pintera (que se guardaba en la artesa 15 días), el cerdo y el vino (como bebida energética). Los hombres iban a labrar con arado romano y llevaban de comida pan con tocino y la bota de vino. La conserva se guardaba para la siega. Las mujeres parían en casa y había una alta tasa de mortalidad en neonatos y de parturientas. Ya se practicaba el aborto que también lo hacían las parteras. La riqueza estaba concentrada en unas pocas manos y no existía ningún tipo de ayuda social. Era corriente, ante una enfermedad, ir al curandero y hacer promesas colocando exvotos en los santuarios. Las epidemias (pasias) y la guerra de África (Marruecos) eran otras tantas amenazas. Cuando el zagal alcanzaba los 8 o 9 años de edad se le ponía a cuidar a algún animal, una cabra, un pequeño atajo de ganado o ayudar al padre si era chico y, a la madre, si chica. El absentismo escolar era mucho mayor en las chicas que en los chicos. Muchos matrimonios eran pactados y una forma de juntar tierras para poder sobrevivir mejor.
En las fiestas patronales el acto de mayor relevancia era la Misa Mayor y la Procesión. Luego, según las posibilidades, la música para el baile podía ser desde una gaita, gaita y tamboril o incluso, una banda como la de Encinacorba.
Acabado el ciclo vital, se esperaba a la muerte en la cama. Raramente aparecía un medico, que por otra parte, tenía pocos medios. La medicina solamente avanzará de forma exponencial a partir de mediados del siglo XX.
Alimentos básicos eran el pan de pintera (que se guardaba en la artesa 15 días), el cerdo y el vino (como bebida energética). Los hombres iban a labrar con arado romano y llevaban de comida pan con tocino y la bota de vino. La conserva se guardaba para la siega. Las mujeres parían en casa y había una alta tasa de mortalidad en neonatos y de parturientas. Ya se practicaba el aborto que también lo hacían las parteras. La riqueza estaba concentrada en unas pocas manos y no existía ningún tipo de ayuda social. Era corriente, ante una enfermedad, ir al curandero y hacer promesas colocando exvotos en los santuarios. Las epidemias (pasias) y la guerra de África (Marruecos) eran otras tantas amenazas. Cuando el zagal alcanzaba los 8 o 9 años de edad se le ponía a cuidar a algún animal, una cabra, un pequeño atajo de ganado o ayudar al padre si era chico y, a la madre, si chica. El absentismo escolar era mucho mayor en las chicas que en los chicos. Muchos matrimonios eran pactados y una forma de juntar tierras para poder sobrevivir mejor.
En las fiestas patronales el acto de mayor relevancia era la Misa Mayor y la Procesión. Luego, según las posibilidades, la música para el baile podía ser desde una gaita, gaita y tamboril o incluso, una banda como la de Encinacorba.
Acabado el ciclo vital, se esperaba a la muerte en la cama. Raramente aparecía un medico, que por otra parte, tenía pocos medios. La medicina solamente avanzará de forma exponencial a partir de mediados del siglo XX.
Pintura de Fernando Romero
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