¡DEPRISA, DEPRISA!
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A finales del siglo XIX no existía
una burguesía turolense capaz de explotar los recursos naturales de su
territorio. Las guerras y las crisis sucesivas de nuestra economía habían
reducido a nuestros más potentados terratenientes a la simple condición de
caciques. Por esta razón, Domingo Gascón y Guimbao puso un nuncio y una oficina
en Madrid para vender los cotos mineros que previamente, había registrado.
Por allí pasó un vasco llamado don
Ramón de la Sota y compró todos los cotos mineros de Ojos Negros. A don Ramón
le pedían los ingleses HIERRO en abundancia. Se estaba gestando la Primera
Guerra Mundial y había que aprovisionarse.
Los trabajos empezaron rápidamente y
con todos los medios inimaginables. Para el año 1901 se inaugura la vía del
Central de Aragón y desde las minas de Ojos Negros, en las que ya se estaba
trabajando y almacenando hierro, se baja con carros hasta un cargadero que se
hace en Caudé y se carga el mineral para llevarlo al Reino Unido desde el
Puerto de Valencia.
Don Ramón decide que hará su puerto
en Sagunto y para el año 1907 ya tiene hecha la vía minera, no sin ciertas
trabas administrativas y judiciales con la empresa del Central de Aragón.
Los que ahora es el Puerto de Sagunto
en 1901 no era más que un despoblado con marjales, es decir, lagunas costeras,
en las que en el mejor de los casos se cultivaba arroz por ser inundables.
Hasta aquí llegaron, pues, gentes de todos los lugares de España, pero
particularmente aragoneses y más concretamente familias enteras que bajaban
desde el área de Ojos Negros, Alfambra y Teruel. Hicieron el Puerto,
construyeron su casa y todos juntos fundaron el Centro Aragonés. Una historia
épica digna de contarse con más detalle.
Terminada la Primera Guerra Mundial a
Don Ramón de la Sota, el Reino Unido (RU) le concede el título de Sir
(nobleza), por los servicios prestados.
Ciento diecinueve (119) años después
todo ha cambiado, pero, por alguna razón misteriosa, sigue funcionando el
Centro Aragonés. Los descendientes de aquellos pioneros siguen vistiendo el
traje aragonés y cantando la jota en las fechas más destacadas pero, también,
en franca armonía, visten el traje valenciano y enarbolan una bandera común,
LAS BARRAS DE ARAGÓN.
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Entrada al Centro Aragonés del Puerto de Sagunto
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Imagen del edificio propiedad del Centro Aragonés en el Puerto.
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Aragonés
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Valencianos
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