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miércoles, 5 de diciembre de 2018

Diciembre2018/Miscelánea. ÚLTIMAS HOJAS DEL OTOÑO EN TERUEL


CUANDO  SUPE  AL  DECLINAR  EL  DÍA
Cuando supe al declinar el día que mi nombre había sido recibido
con aplausos en el Capitolio, no fue para mí una noche
feliz la que siguió a ese día,
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Y tampoco fui feliz en la orgía, ni cuando se realizaron
mis propósitos,
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Pero el día que abandoné al amanecer el lecho de la salud
perfecta, reposado, cantando, y aspiré el aliento maduro
del otoño,
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Cuando vi a la luna palidecer en occidente y desaparecer en
la luz matinal,
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Cuando erré solo por la playa y me desnudé y me sumergí en
el mar, riéndome con las frescas aguas, y vi la salida
del sol,
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Y cuando pensé que el amigo de mi corazón, mi amado, estaba
ya en camino para unirse a mí, ¡oh, entonces fui
feliz!
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Oh, entonces mi respiración me fue más dulce, y durante todo
aquel día los alimentos me fueron más nutritivos, y transcurrió bien el hermoso día,
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Y llegó el siguiente lleno de igual gozo, y con el siguiente,
al atardecer, llegó mi amigo,
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Y aquella noche, cuando todo estaba en silencio, oí el rumor
de las aguas que trepan sin descanso por la playa,
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Y escuche el murmullo del líquido y de las arenas, y era
como si a mí estuviese dirigido y me felicitara en un susurro,
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Pues aquel a quien amo yacía dormido junto a mí, bajo el mismo cobertor, en la noche fresca,
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En la quietud de los rayos de la luna otoñal su rostro se inclinaba
hacia mí,
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Y su brazo descansaba ligeramente sobre mi pecho – y
aquella noche fui feliz.
Walt Whitman.
Hojas de Hierba
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