Segunda mitad del siglo XX. Teruel todavía funciona como un sistema económico cerrado, una autarquía, con la salvedad de ser una capital de provincia y tener un puñado de funcionarios. La fotografía es del año 1956 y para entonces España estaba saliendo, gracias a los EEUU, del aislamiento económico al que la sometía la pérfida albión.
Particularmente es de destacar el cultivo de las huertas. En las siguientes fotografías vemos con detalle las huertas del Alfambra y del Guadalaviar y, en la siguiente, la del Turia, aguas abajo de la capital.
Conforme planteó Alfonso II al fundar el castillo de Teruel, dos elementos eran necesarios para sobrevivir: agua y alimentos. La huerta daba verduras, trigo y forraje, mientras que, el secano, se aprovechaba para pastos y leña.
Así funcionamos hasta que el Corte Inglés pone su fábrica en plena huerta... España estaba ya en los planes de desarrollo. Hasta entonces solamente el Conde de la Florida, por interés personal, había osado herir la huerta, base y fundamento del sustento de la ciudad.
*