Tomás Cirujeda a pesar de su afección a la garganta hizo un discurso de presentación de la Feria del Libro y del pregonero muy bien pergeñado que, en nada, desmereció del magnífico pregón de Federico.
*
No nos gusta eso de reservar silla. El que no es pregonero es pueblo llano. Dos filas reservadas para políticos y otras hierbas, que luego para más inri ocupan el escenario y todas las fotos. ¡...Manera de chupar cámara!
*