LAS ALTERACIONES DE ARAGÓN DE 1591
(El día 20 de diciembre se celebra en
Zaragoza una ofrenda al que fuera Juan de Lanuza (el Mozo) último Justicia Mayor
de Aragón)
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Se fija en el año 1492 como fecha de
comienzo de la Edad Moderna de nuestra historia. Evidentemente había con
anterioridad signos de la llegada de esta nueva “Edad”, en Teruel tenemos el
ejemplo del enfrentamiento de Alfonso V el Magnánimo y el Juez Villanueva. Pero, mientras que el Renacimiento
(cuattrocento italiano) nos traía nuevas formas de gobierno (el Príncipe o
monarca absoluto), la nobleza aragonesa en particular y la peninsular en
general, seguía incólume en su poder y en sus privilegios. La fórmula de
juramento del rey de Aragón es clarificadora, los nobles le espetaban al rey la
siguiente parrafada: “Nos que valemos tanto como vos y todos juntos más que vos…”
Por esa razón, cuando se produce la conspiración
contra Felipe I de Aragón (II de Castilla), por parte de Antonio Pérez y sus
afines, la nobleza aragonesa le ofrece a Antonio Pérez la garantía de venir a
Aragón donde “ellos mandan” ya que aquí, será intocable al aplicarle el Fuero de Aragón
cuya Carta de Manifestación ofrecía garantías a Antonio Pérez de salvar la vida.
Y así sucede, Antonio Pérez llega a
Aragón y se produce una lucha entre el poder absoluto del rey y el poder de la
nobleza aragonesa. Por esa razón el reo, Antonio Pérez, va de la Cárcel de la
Inquisición (controlada por el rey) a la Cárcel de los Manifestados (controlada
por la nobleza) y, en ese trance, se produce una revuelta y Antonio Pérez
escapa de España. El pueblo llano, que en aquella época no pintaba absolutamente
nada, es “movido” por la baja nobleza (es su papel) a instancias de la alta
nobleza aragonesa.
Parecía que la nobleza aragonesa
podía ganar este envite, pero no es así. Los tiempos han cambiado y el rey tiene dos poderosos instrumentos del
incipiente Estado: La Inquisición, vigente en todas las Españas y, vigente
también, sobre el Fuero de Aragón. En segundo lugar, un ejército estatal forjado
en la conquista de Granada que al enfrentarse al ejército medieval aragonés le infringe
una derrota monumental.
Antonio Pérez huye al extranjero.
Pero, el Justicia de Aragón, perteneciente a la baja nobleza e instrumentado
por la alta nobleza, cae en manos del rey Felipe I de Aragón (II de Castilla).
En el momento de ser ajusticiado Juan de Lanuza, el Mozo, señala con frase
lapidaria para la historia: “Traidor no, mal aconsejado, sí”. Lanuza cae víctima de las conspiraciones de la
alta nobleza aragonesa.
Y así termina una de los más penosos
episodios de nuestra historia. Episodio que da portazo definitivo al Medievo aragonés,
a pesar de que la alta y baja nobleza siguiera disfrutando de muchos
privilegios durante muchos años.
En las siguientes Cortes celebradas en
Aragón desaparece la palabra “Mayor” y, el justicia, ya nunca será llamado:
JUSTICIA MAYOR DE ARAGÓN sino, solamente, JUSTICIA DE ARAGÓN.
Lo que más sorprende es que partidos progresistas
de izquierda se reúnan/se convoquen en torno a estos episodios de la alta
nobleza feudal aragonesa para ponerse el marchamo de NAZIONALISTAS. ¡Increíble!
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Pinchad aquí:
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