FOROFOS
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Tengo un amigo que es socio del Barça y militante del PSOE. También tengo
otro (no es un estereotipo), que es militante del PP y socio del real Madrid.
Ambos, al unísono, señalan su fidelidad “inquebrantable” a sus amados “colores”.
Se puede ser forofo o quizá, se deba ser “forofo” en el caso del deporte. Sin
embargo, no tengo tan claro que se deba fidelidad
“eterna” a un partido político. La fidelidad, de forma indubitable, debe/puede
darse a una ideología. La ideología es el libro de ruta o las pautas para
resolver el laberinto de la vida. Y en nuestra cultura judeocristiana hay dos
opciones: marxismo y cristianismo. Por conciliar ambas tesis se ha dado a la
imprenta numerosos libros y, nunca, la conclusión ha sido satisfactoria.
El partido político tiene la función del día a día. De poner en práctica
el espíritu de la ideología. Pero, el partido, se debe a innumerables
circunstancias fruto de nuestras ambiciones, pasiones, necesidades o, simplemente, de
nuestras muchas debilidades humanas. La expresión
“Dios escribe derecho con renglones torcidos” explica claramente la problemática
cotidiana de los dirigentes políticos y de sus partidos. Ejemplo práctico de
cuanto decimos es el caso de Ciudadanos. Una ideología: el liberalismo. Una práctica
política…“dar bandazos” en direcciones opuestas. Es pues, muy posible, que el
liberalismo si no se reinventa, esté superado.
De igual manera le sucede al socialismo en general. Creado para liberar a
la clase obrera de la opresión del capital ha llegado, en los países desarrollados,
a desaparecer el “proletariado” como “clase” sin que haya sido esta ideología,
capaz de desarrollar el trabajo cooperativo. El socialismo vive hoy de aquellos
“flecos” que deja “abandonados” el sistema: feminismo, homosexualidad, racismo…
La Internacional Socialista (oír a Zapatero) ha dado la consigna de las manifestaciones
raciales (origen en EEUU), en todos los países desarrollados. Estas manifestaciones es muy difícil que sean espontaneas a la vez en ambos lados del
Atlántico, si no se orquestan.
Por todo ello, la sociedad actual, ha adquirido tal grado de complejidad
que es muy difícil aceptar las políticas del partido al que perteneces o al que
votas, en su integridad. De ahí que ser “forofo” de un partido cree frustración
y cause repugnancia.
Por otra parte, la enconada controversia producida por las muertes y
contagios, por causa de la pandemia del Covid-19 requiere un meditado análisis
de lo que ha sucedido. La actuación del Gobierno debe contemplarse en función
de la aplicación del Estado de Alarma en todo el territorio nacional. Este
Estado de Alarma supone una cercenación de las libertades individuales y por
ello, sobre el Gobierno, recae o debe recaer la responsabilidad política de lo
sucedido.
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