L´IBIERNO NO YE FORA
*
Febrero es un mes crudo. El frío
arrecia y el refranero trata de amortiguar el duro golpe de estos días que
cubren lo más profundo (lo más preto)
del invierno. Si
ta la Candelera
plora, l´ibierno fora. El
día 2 (dos) de febrero apenas cayeron unas minúsculas gotas, por lo que, no
supimos, si el invierno estaba dentro o fuera. El siguiente día (3 de febrero), viene el refranero con la celebración de San Blas, obispo de Sebaste (Armenia), de arraigada y rotunda presencia en nuestra tierra : Ta San Blas, ora y más. Es
verdad, crece el día, pero en realidad lo que crecieron en todo el sur de
Aragón fueron los hielos. Llegó el 4 de febrero con un dedo de nieve, con más
hielo y sin un santo destacado que traer a la mente. Sin embargo, el día cinco
(5) es Santa Águeda o Gadea, un día también muy tetudo y refranado pero en el
que tampoco nos llegó la nieve... hasta la bragueta. No conviene exagerar,
porque luego la realidad te desmiente. Febrerico el corto o febrero el loco,
como quiera que sea, nos recuerda y nos advierte que hay algo más que frío en
nuestros pueblos, hay frío en sus almas. Nuestros pueblos son cáscaras huecas. Hoy, día 7 (siete), nos enteramos de
la muerte de Cesáreo. Cuando llaman a casa, desde el pueblo, suele ser para ir
a un funeral. Un cuentagotas inefable. Sin duda llegará el verano y se abrirá
la escuela. Cerrada en invierno pero, con más de 20 alumnos en verano. Un
pueblo es como una pequeña urbanización de una playa del mediterráneo, pero con
las tuberías heladas en invierno. Apenas… un paisaje para escudriñar de un vistazo.
Algo, en lo que no merece la pena perder el tiempo.
Hay un invierno endémico en nuestros pueblos que no podemos/sabemos echar fuera.
*
Si ta ra Candelera plora, l´ibierno fora.
(Y si no plora, ni drento ni fora)
*
Ta Santa Aguedeta, nieu dica ra bragueta.
*
Ta San Blas, ora y más.
*
*
*
*
*