LLEGADA
Llegaron en avión a la ciudad de Teruel,
un mandarín, un
nipón, un hindú y un portugués.
Una vez que reposaron
de un viaje con tanto estrés
y tener noticias ciertas, de las Bodas de Isabel,
al mausoleo acudieron por ver a Juan y a Isabel.
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EL PORTUGUÉS
Delante de la escultura que hace poco inauguraron,
Delante de la escultura que hace poco inauguraron,
quedaron todos
absortos a la vez que obnubilados.
Primero habló el portugués y dijo: lo veo claro.
La historia que aquí
se narra y tanta tinta ha gastado,
hace claras referencias a mis gentes y a sus fados,
y parece el CORNEJAL en que mi tierra ha quedado.
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EL CHINO MANDARÍN
Cuando tomó la
palabra, el chinito habló muy bien
y con gesto
contundente dijo: la cosa así es.
Por las BOTAS que Juan
calza, por las ROPAS de Isabel,
¡seguro! las han
comprado en una tienda de a cien.
Pues con esas botan
siembran, los arroces en Longs-Shens.
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EL HINDÚ
Subido en la
barbacana que vuelca sobre la plaza
y elevando en cruz
los brazos, así habló a la gente
llana.
Ese ANTEBRADO imponente que a Juan le nace en la panza
es, en mi clara opinión, designio
feroz de Shiva
el dios de la
destrucción que aquí hace siglos moraba,
y el amor de estos amantes, logró
apagar con su daga.
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EL NIPÓN
Después de tres
reverencia y cuatro genuflexiones,
un hombre como un
moquero confesó sus opiniones.
Mirando el ROSTRO de Juan. De
Isabel las EMOCIONES.
Comparó las esculturas y admitió que eran atroces:
"En el país del cerezo,
de acendradas tradiciones,
el Harakiri practican en algunas
ocasiones."
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LAS GENTES
Él, con el rostro
cansado Ella, con gesto transido.
A los dos DA PENA
VERLOS, los dos están malheridos.
Y las gentes de
Teruel, de común han decidido:
que en un umbrío rincón
estén por siempre escondidos.
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Nota: teniendo como tiene Teruel, una Facultad de Bellas
Artes, no estaría de más que el
Ayuntamiento se asesorara debidamente cuando de trata del adorno y embellecimiento
de nuestra ciudad.
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NUEVO MISTERIO EN LA HISTORIA TUROLENSE
(EL BRAZO DE LAS TRES MANOS)
Brazo de las Tres Manos
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Sin haber llegado a descifrar el misterio del Cristo de las Tres Manos (de ahí su calificativo) en la iglesia del Salvador de la capital, otro nuevo enigma sobrecoge a la Ciudad del Amor. Esta vez, también, se trata de las TRES MANOS que hallamos en la escultura de Escriche a los Amantes de Teruel.
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Cristo de las Tres Manos
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