Cuando Rodrigo Díaz de Vivar
conquista Valencia lo hace siguiendo las apetencias de dos poderes coincidentes,
del norte peninsular. Por una parte el rey de León, a quien la taifa de
Valencia ya pagaba parias y, por la otra, la taifa de Zaragoza (tributaria,
también de León) pero que tenía ascendencia dinástica sobre la de Valencia. En
estos momentos, el incipiente reino de Aragón no estaba en condiciones de
competir con ambos poderes consolidados, por Valencia.
Por otra parte, en esta pugna de la meseta por salir al mar mediterráneo, que finalmente se resolverá con la Guerra de los Dos Pedros por la posesión de Murcia, interviene el clero toledano. Usando la división eclesiástica y administrativa del obispado, Albarracín se une con Segorbe. Con lo cual la Iglesia ya está de "facto" en el mediterráneo.
El camino de los de León y de los de Zaragoza
para llegar a Valencia pasaba necesariamente por Teruel(en la actualidad está la carretera Nacional Sagunto-Burgos). En Teruel la taifa de
Zaragoza había construido un alcázar para proteger el tráfico de las caravanas.
Cuando Alfonso II construye el
castillo de Teruel, lo hace sobre el camino que une las dos ciudades y que
discurría por los valles de los ríos: Turia, Alfambra, Pancrudo y Huerva.
El puesto estratégico de Teruel
debería proteger a los viajeros de los ataques provenientes de Albarracín ("cueva de ladrones")
que es, en estos momentos, territorio del reino de Murcia hasta que llegan los Azagra.
La ciudad tiene dos puerta principales (aparte de los portales), la de
Zaragoza y la de Guadalaviar (recuérdese que al Turia, se llamaba Guadalaviar
hasta el mar. Leer a Gaspar Gil Polo).
Ahora, el viento de la historia,
apenas ha dejado rastro de esta puerta del Guadalaviar. Ya extramuros, la calle
Colina llegaba hasta esta misma puerta.
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