Algunos ciudadanos aragoneses se habrán preguntado por qué no funcionan en Aragón los partidos nacionalistas (PAR-CHA). Es más, atendiendo a la rica trayectoria histórica del reino de Aragón, con un Fernando el Católico, por qué nunca funcionó la cohesión política entorno a un proyecto nacional aragonés. Según Andrés Ortiz-Oses tenemos una identidad. Sí, pero en que se fundamenta esa identidad. Observemos la portada del libro con sus cuatro fotografías: las Brujas, la Jota, la Semana Santa y la Virgen del Pilar. Respetando esas manifestaciones culturales e identitarias (la cultura son los artefactos y los mentefactos), con ese bagaje no podemos construir un pueblo, un espectáculo SÍ, una nación NO. Observemos por ejemplo al pueblo judío. Cómo se ha mantenido unido a lo largo de más de 3.500 años desde que salieron de la península del Indostán. Una religión monoteísta, una historia común, una lengua y la promesa de una tierra en la que residir definitivamente. Elementos culturales paro también ideológicos (es decir políticos). La política no es más que el camino que hay que recorre para conseguir un ideal.
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Vayamos al caso catalán que es la cara contraria del aragonés. Los catalanes tienen recorrido casi todo el camino. Han formulado sus teorías. Han hecho sus propuestas. Están en el camino hacia la tierra prometida. Solamente les falta conseguir, la voluntad mayoritaria de ser (cuestión de tiempo). Y eso se conseguirá logrando, en un referéndum, una mayoría cualificada. Dice Claudi Esteva Fabregat: En el caso de cataluña, el cultivo de la lengua catalana se entiende como el núcleo afirmativo de una identidad nacional." Como los Judíos, cualquier pueblo que quiera aspirar a cohesionarse como nación, tiene que tener sus componentes culturales bien desarrollados. Y esto, lo tienen que entender bien los ideólogos de el PAR y la Cha. Pero, quizá, sea mucho pedir....
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