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sábado, 6 de noviembre de 2021

Noviembre2021/Miscelánea. EL NACIONALISMO ARAGONÉS: ENCEFALOGRAMA PLANO

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LA LENGUA ES LA BASE DE LA CULTURA DE UN PUEBLO

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En la “prehistoria” del nacionalismo aragonés cifrada a principios del siglo XX se encuentran dos figuras: Julio Calvo Alfaro y Gaspar Torrente. Ambos aragoneses y ambos trasladados a Barcelona, ciudad en la que desarrollan su cultura y su vida social y política. Empapados, ambos, en el nacionalismo floreciente catalán, tratan de llevar esas ideas a Aragón, sin pisar Aragón. Bien es verdad y para ser exactos, que hay un intento (fracasado) por parte de Gaspar Torrente de implantar ese nacionalismo en Aragón y así, en el año “1929 se traslada a Graus para intentar la creación de una organización nacionalista dentro de Aragón. En esta ciudad publica y dirige Ideal de Aragón, que aparece en junio de 1930 y desde el que lanza en marzo de 1931 una Unión Regionalista de Graus (transformada luego en Agrupación Republicana Federal) de la que es secretario. El escaso eco encontrado por sus planteamientos —que había tenido ya que rebajar— hace que en octubre de 1931 se traslade a Barcelona”. (Tomado de la GEA)

Pasada, en Aragón, la etapa franquista y al rebufo de la España de las autonomías nace de manos de un asturiano (Hipólito Gómez de las Roces) el Partido Aragonés Regionalista en el año 1978. El PAR es un partido, de raíz agraria, y apegado al folklore aragonés. Nace en defensa del Ebro contra los trasvases y su mayor enemigo es la burguesía catalana que quiere hacer posible ese trasvase (luego la valenciana). A su vez pide nuevos regadíos que se plasman en el llamado “pacto del agua”. Superada la etapa de los trasvases y con un Ebro más que escuálido, el PAR parece que ha perdido su razón de ser. Pactar a diestra y siniestra (políticamente hablando) para obtener unas migajas, es la única razón de su existencia.

Dos años antes del nacimiento del PAR, concretamente en el año 1976, nace en Huesca el Consello d´a Fabla Aragonesa. Una organización cultural que tiene como fin el desarrollo y promoción de la lengua aragonesa en grave peligro de extinción total. La razón fundamental del Consello es sentar las bases de una genuina cultura aragonesa, sin la cual, no sería posible el nacionalismo aragonés (cosa que ya le pasó a Gaspar Torrente). El Consello iba realizando un trabajo de mucho éxito y era considerado como referente único de la llamada Fabla Aragonesa. Así andaban las cosas cuando en el año 1986 nace el partido Unión Aragonesista/ Chunta Aragonesista. Esta era la prueba de fuego para saber si el nacionalismo aragonés (de izquierdas) funcionaba y tomaba cuerpo en Aragón. Sin embargo, se dio otro paso en falso al caer el partido en manos de Labordeta un cantautor/comunista. El comunismo y el nacionalismo son refractarios por razones obvias. Así que, tras la muerte de Labordeta, el partido (La Chunta) lleva una vida paralela a la del PAR, con una Consejería de la que vive el partido y a la espera de tiempos mejores. Mientras tanto, la cultura-sustrato de este movimiento (la Fabla) se debate entre la división y el aprovechamiento de los logros conseguidos por el Consello.

El nacionalismo aragonés tiene ahora un encefalograma plano. Tanto los congresos de la CHA, como del Par, solamente sirven para repartirse los cargos. Ninguno de los dos partidos hace una renovación ideológica, ni establece las bases del asentamiento definitivo del nacionalismo que dicen defender.

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