LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI
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La Inquisición se establece en Castilla en el año 1478 y en Aragón, Valencia y Cataluña, en el año 1483.
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La Inquisición española tardó en
ocuparse de la brujería. En el tribunal de Valencia entre 1478 y 1530 sólo hay
registrados seis casos. El primero fue el de un canónigo de Teruel relajado al
brazo seglar en 1482, y el segundo el de una mujer, también en Teruel,
entregada al brazo secular dos años después. En Zugarramurdi entre 1609 y 1612, seis brujas murieron a causa de la brujería. Pero no por las artes oscuras de
hechiceros, sino por la acusación de sus vecinos. España, en el siglo XVI y
tras la reunión de Granada (1526), en la práctica no se aplica la pena de muerte para
los acusados de brujería y también en
este siglo se había suprimido la
esclavitud en todos sus territorios. En estos dos aspectos hemos sido pioneros
y un ejemplo para Europa. Henry Kamen dice: "España se salvó de los
furores de la histeria popular contra las brujas, y de la quema de estas en una
época en que esto prevalecía en Europa"
Lo sorprendente del caso de Las
Brujas de Zugarramurdi es el uso político se está haciendo actualmente de los
acontecimientos ocurridos en esta localidad y en el juicio inquisitorial de
Logroño. Y, lo lamentable es, que no se vea la parte positiva. España y la
Inquisición (que estaba bajo el control de los Reyes Católicos) resuelven este
asunto magistralmente, siendo, desde 1526, España, la precursora de Europa en
abolir la pena de muerte para las personas acusadas de brujería. Además, también
en el siglo XVI, España mediante una Nueva Ley da por abolida la esclavitud en
todos sus territorios. Lo realmente interesante, contrario a la opinión
circulante entre amplias capas de la población actual en España, es que la
Santa Inquisición salva a las brujas de ser quemadas y suprime la pena de
muerte para los acusados de brujería.
TODO COMENZÓ EN FRANCIA
“La fecha de inicio de los luctuosos
acontecimientos es 1608, cuando los señores de Urtubi-Alzate y Sant Per
solicitan ayuda urgente al monarca francés “para limpiar de brujas el país de
Labourd” tras un conflicto de facciones en San Juan de Luz. Ese mismo año es
creada una Comisión con plenos poderes de represión que haría huir a la
población labortana hacia España y una mujer de Zugarramurdi acusa a varias
vecinas de brujería, lo que provoca que el abad de Urdax solicite ayuda a la
Inquisición. “La aldea quedó partida en dos pues un tercio de ella quedó
acusada y lista para pasar a ser llevada ante el tribunal de Logroño”, explica
Azurmendi.
El día 7 de noviembre de 1610, hace
ahora 411 años se celebró juicio inquisitorial en Logroño y fueron condenadas a
arder en la hoguera 6 supuestas bruja. Se rompía así una tradición española de benevolencia
hacia este colectivo. Tal ruptura lo explica Henry Kamen de esta forma en Wikipedia: “esta excepción en la relativamente benigna
trayectoria de la Inquisición en relación con el tema de la brujería, se
explica por la influencia que tuvo la caza de brujas llevada a cabo en 1609 al
otro lado de la frontera por el juez Pierre de Lancre que mandó quemar a 80
supuestas brujas del país de Labourd (Laburdi, en eukera) en el País Vasco
francés –De Lancre relató su experiencia en dos libros famosos: Traité de
l'inconstance des mauvais anges et demons (1612) y L'incrédulité et mescréance
du sortilege plainement convaincue (1622)-. El pánico hacia las brujas se
trasladó a los valles del norte de Navarra y a los inquisidores del tribunal de
Logroño.
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