Diario de Teruel, torpedeando las Bodas.
****
NOTA PREVIA
A quién no le choca el hecho de
que desde hace dieciséis (16) años, justamente coincidiendo con las fechas de
celebración de Las Bodas de Isabel de Segura, aparezcan en el Diario de Teruel
unas esquelas como la que encabeza este escrito. La inmensa mayoría de los
ciudadanos no sabemos el transfondo que hay en este asunto. Sin embargo, de las
Cartas al Director que también aparecen por estas fechas (¿será casualidad?), tampoco sacamos alguna conclusión clara. Si es asunto particular, resuélvase en el ámbito de
lo privado. Si el asunto atañe a lo público delibérese en instancias
judiciales. En todo caso, sembrar la duda sin asentar pública, clara y detalladamente
las causas de la desavenencia, en nada favorece a los llamados “afectados”. Ítem
más, tanta persistencia y tan ambiguas acusaciones llevan al descrédito de la
parte “afectada”. Ahora que Las Bodas van tan bien y aportan un beneficio tan
importante a la ciudad se nos antoja, y es opinión personal, que LAS BODAS están en buenas manos y así debe
seguir. Si acaso debe recurrirse a la Concordia, como sucedió en Alcañiz antes de
ir a Caspe, o si ha de resolverse como en el III Concilio de Toledo (mediante
el método de la integración en la causa común), no soy yo quién para decirlo.
En todo caso se nos antoja que el enquistamiento/encasquillamiento de este
asunto (sea el asunto que sea) es un tema que en nada afecta a la celebración de Las
Bodas de Isabel de Segura. Para el año que viene (en el 800 aniversario de los
Amantes) pudiera ser (sería deseable) que la generosidad y el sentido común
pusieran fin al espectáculo.
Nosotros, sin acritud, pero con generosidad de humor y de epítetos, les
dedicamos estos versos a los afectados.
*
VERSOS SATÁNICOS
(Vivir tantos años con y en el rencor, perjudica seriamente la salud.)
(Vivir tantos años con y en el rencor, perjudica seriamente la salud.)
*
En febrero recreamos,
-se anuncia bajo dosel
con gran ornato y
boato-,
el casorio de Isabel
con el poderoso
Azagra.
Mientras ella piensa
en él,
el resto de los
mortales
dormidos en el vergel
en que reposa Marcilla,
buscando tener papel
que nos venga “a maravilla”.
*
¡Santo cielo! Te rogamos,
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*
Unos son titiriteros,
otros hacen de
labriegos,
danzantes o
trajineros.
Los más, de pobres
mancebos
o perdidos caminantes
que hasta la villa corrieron
al “olor” de los
Amantes.
*
¡Santo cielo! Te rogamos,
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*
De todos los
personajes
que “pululan” ese día
y pasean, con decoro,
el placer y la
armonía.
Hay un caso singular,
un caso ¡ved maravilla!:
es el papel de alcahueta,
muy reputado en la
villa.
*
¡Santo cielo! Te rogamos,
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*
Dieciséis años ya van
con esquelas y crespones.
E insinúa la alparcera
secretos y tropezones,
cataclismos,
terremotos...
Que, tras negros
nubarrones:
“Se ha de saber la verdad”
y advierte que los
serones
lleva llenos de
razones,
desde el baste, a los
clujones.
*
¡Santo cielo! Te rogamos,
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*
El ¿Diario de Teruel?
recoge en la negra
esquela
el desgarro y frustración
de quien tiene el alma
en pena.
“Se ha de saber la verdad”
repite con la voz
plena
la que dice poseer
la causa de su
condena.
*
¡Santo cielo! Te rogamos,
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*
Alparcera, celestina,
trotaconventos, comadre,
habladnos despacio y
claro
de cuales son
vuestros males.
Si fuiste encandiladora
… si para tercera vales.
Si vas de corre-ve-y-dile
o enredadora de males.
¿De dónde salen los chismes
que ahora soplan tus comadres?
*
¡Santo cielo! Te rogamos,
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*
¡Qué la verdad
resplandezca
y brille por estos
lares!
Pero, ¡por Dios! te
rogamos:
no nos tengas en la duda
otros ochocientos años.
*