Este cartel de Falange Española transmite: fuerza y poder.
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PROPAGANDA/APOSTOLADO
El apostolado es la propagación y divulgación de una causa o
doctrina. El método de enseñanza, propagación y difusión de una ideología
se ha mimetizado de la cultura Judeo-Cristiana con toda claridad y con todas
sus consecuencias. Ni los hinduistas ni los judíos han practicado nunca el
apostolado. La creencia/ideología era consustancial al pueblo en que se nacía.
Pero, los cristianos, sintieron desde el principio la necesidad del apostolado
como forma de crecer y emanciparse de los judíos. Tal práctica ha tenido un
enorme éxito y ha convertido a una secta judía minoritaria en la religión más
numerosa del planeta. Actualmente hay 1.254 millones de católicos en el mundo y
una cifra de musulmanes que cada día se acerca más a la de católicos.
Precisamente, los musulmanes, tienen muy presente el tema de la expansión
territorial e ideológica, la lucha contra el infiel y la Guerra Santa.
La ideología marxista que nace en
el seno de una sociedad Judeo-Cristiana (no en vano Marx es Judío) toma pues,
de su cuna y desde su cuna, la enseñanza, la inculcación ideológica y la
propaganda de forma muy seria. Uno de los métodos de más éxito en la expansión
ideológica (católica) se ha producido tomando al individuo desde su más tierna
infancia y proyectando, poco a poco
sobre él, la doctrina que pretendemos. No mediante el recto estudio y análisis
crítico, si no mediante la inculcación. Es un método que le costó la vida al
aragonés Miguel Servet, que establecía que la introducción o incorporación del niño a la
religión debería hacerse después de que éste hubiera alcanzado el “uso de razón”.
Los ingleses, paradójicamente, han encontrado una virtud en este método. Se
trata del aprendizaje sin esfuerzo de la lengua inglesa. Si tomamos a un niño
desde su más tierna infancia y le vamos hablando en inglés, llegará sin ningún
esfuerzo, como si fuera su lengua materna, a dominar la lengua de Shakespeare
(Iriarte y Samaniego: Admirose un portugués/al
ver que en tan tierna infancia/todos lo niños en Francia/ sabían hablar francés).
A estas alturas a nadie se le
oculta que el uso de todo tipo de estrategias para expandir una ideología es una
necesidad y un hecho irrefutable (el buen paño no se vende en el arca). Cuanto
más dinero y mejores profesionales, mejor. Recuerdo que cuando constituimos en Teruel
un nuevo partido político, sin dinero y sin militantes, lo primero que
creamos fue el “Rolde de prensa y propaganda”. Analícese como, desde la Falange
a Podemos, se manifiesta el incuestionable uso de la publicidad más genuina
para lograr la expansión ideológica.
Los dos carteles que hoy traemos
a colación, Falange y CNT, parecen hechos por el mismo artista, pero sin
embargo quieren transmitir dos ideas completamente opuestas (fascismo y comunismo). Desde luego en
ambos carteles está explícita y manifiesta: la fuerza, la proyección, la
rotundidad, el movimiento, el ascenso. El cartel no deja espacio para la duda o
la vacilación, todo es perfecto, rotundo y “redondo”. La ideología te lleva a un mundo
en el que el individuo tiene resueltas todas sus necesidades, desde que nace
hasta que muere. La forma más genuina en que esto se ha manifestado es el “Libro
de la vida del cristiano”. En el se anotan los pasos que hay que dar para tener
una vida completa y plena. Todas las ideologías, evidentemente y esa es su
esencia, te ofrecen el Paraíso.
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Cartel de la CNT
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Cartel de Luftansa, ideologización de la tecnología.
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