COMUNICADO De Enrique Cabrejas
Etimología de TERUEL
Theory the Iberian acronyms RPI: B-3851-14
Apreciados Sres.: Me es grato poner en su conocimiento y a través de este comunicado que el nombre de TERUEL es un acrónimo ibérico que en español significa: LÍNEA FRONTERIZA. Me hago cargo de que esta afirmación les deje atónitos, no puede ser de otro modo; pues voy a transmitirles una epistemología que ha estado inédita durante miles de años. Esta novedosa teoría del conocimiento tiene razonamiento sustentado empíricamente. Y es que la denominación de TERUEL tiene su razón de ser en un topónimo dado por sus antiguos pobladores tanos y como resultado de un antiquísimo acrónimo que expresa el concepto de LINEA FRONTERIZA. Nos referimos a una “frontera”, una “línea divisoria”, un “linde” o una “marca” que no puede o debe ser rebasada, pues es el “confín” o el “último término” que alcanzaría a la vista. Verán, en lingüística los acrónimos son vocablos formados al unir parte de dos o más palabras. Esa clase de acrónimo es el tipo de nombre que es TER · UEL y es el modo común de uso de la sintaxis de los íberos y los celtíberos, que aquí se complementa de dos elementos claramente identificables. Y es necesario apuntar que el sentido de un acrónimo es la suma de los significados de las palabras que lo generan: En el caso que nos ocupa, son el vocablo ibérico &q “Ter-” que en griego se verá cómo τέρμα es decir “límite”, “final” o “meta” más uël “-uel” que en griego se caligrafiará Ουελ y que significa “huella”, “línea”, “parentesco” o incluso “familia”. Literalmente en lengua ibérica Teruel significa LOS ÚLTIMOS PARIENTES pero que entendido en un sentido locativo significa LA MARCA LÍMITE. Y es natural que por aquel entonces sus pobladores ibéricos lo considerasen de ese modo y a partir de una imaginaria “marca en el suelo” o de una HUELLA TERMINAL que es Teruel, pues en el terreno y al sudoeste principalmente se encontrarían frente a “poblaciones diferentes”. En concreto a quienes ellos consideraban como los “otros” y que hemos conocido con el sobrenombre de Turboletas, ya que si hacemos caso de la denominación, ésta define una muchedumbre amenazadora para cualquier poblador contiguo. Pues, de esa misma raíz y que nutre al nombre de Turboletas, obtendremos términos tan inquietantes como son: turba, turbar, turbador o perturbador. Lo cual me complace anunciarles aquí para que conste y surta los efectos a que hubiere lugar, convenga y proceda.
Afectuosos saludos;
Enrique Cabrejas Iñesta
Investigador de la Historia del Lenguaje
En Barcelona, 21 de Julio de 2016