¿Qué le pasa a nuestro ferrocarril?
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Empecemos por la geoestratégica. Es
fácil de entender con este ejemplo. Cuando Franco da el golpe de Estado en 1936
y comienza la Guerra Civil Española, a los ingleses (R. U.), lo primero que les
preocupa es que no se cierre el estrecho de Gibraltar. Con una Guerra Mundial en
ciernes, su abastecimiento procedente de Oriente Medio y la India podría verse
comprometido. Los ingleses ayudaron a Franco a ganar la guerra vendiéndole
armas a crédito y ayudándole con el eficiente servicio de espionaje inglés.
España tiene un problema con los catalanes
y los vascos. Sitiados en los dos extremos de los Pirineos controlan las
comunicaciones de la península con Europa. Hay dos ejes ferroviarios que
ayudarían a aliviar la presión de catalanes y vascos. El Cantábrico
Mediterráneo por Teruel evitaría que pasaran las mercancías por suelo catalán.
Y, el Somport en primera instancia y la perforación del Pirineo por Bielsa, con
una potente línea dejaría resuelto el problema geoestratégico, en lo tocante al
ferrocarril, que es lo que ahora interesa.
Por qué el Gobierno de España hace
todo lo contrario a lo deseable geoestratégicamente y, por qué el Gobierno de
Aragón aplaude esa actitud. Simplemente ¡INEXPLICABLE!
Lo que parece evidente es que los
intereses económicos priman sobre los demás. Y Lambán, al que no votaré jamás,
está entregado de forma vergonzosa a los intereses de los caciques zaragozanos
que, hoy por hoy, no ven más allá de PLA-ZA. Esa plataforma zaragozana ha sido
desde su comienzo un nido de corrupción y en él están metidos de hoz y coz
numerosos dirigentes socialistas.
Los datos económicos ya los ha dado
la prensa y Teruel Existe. Un jarro de agua fría para los turolenses que no
merecemos este pago por nuestra fidelidad al PP. Dos diputados del PP y uno del
PSOE, que no se enteran de los proyectos de Teruel y los dejan que caduquen.
Luego decimos que estamos infrarepresentados en el Parlamento Español, lo que
estamos es, mal, muy mal representados, tanto en Madrid como en Zaragoza.
Mientras tanto vean las chapuzas que
se hacen en nuestra línea férrea. Sistemas obsoletos como el Tren-Tierra aquí
se venden como una maravilla… y luego la velocidad del tren y su precio... Todo
un despropósito. ¿Y nuestros políticos? Muy bien… encantados de la vida.
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