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LAS FERIAS DE SAN
FERNANDO Y LA VAQUILLA DEL ÁNGEL
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(Las Vaquillas, en su formato actual, nacen en el franquismo y siempre crearon polémica.)
(Las Vaquillas, en su formato actual, nacen en el franquismo y siempre crearon polémica.)
Teruel celebraba básicamente dos
ferias al año, una en primavera o feria de abril y la otra para el otoño, Todos los
Santos (sin olvidar la de San Miguel). A lo largo de la historia ha habido
variación en el número y las fechas de estas ferias, fundamentalmente ganaderas. La primera de las ferias que se tiene constancia
escrita es la de San Bartolomé (24 de agosto). Pero la feria que ahora nos ocupa
es la de San Fernando, justamente el 30 de mayo. Muchos pueden pensar que, qué
pinta un rey santo castellano patrocinando las ferias de Teruel. La explicación
parece clara. En Teruel, las ferias de primavera se trasladan al 30 de mayo, fiesta de San Fernando como hemos dicho, con ocasión de la llegada a España de Fernando VII El
Deseado en el año 1814. El día del santo del rey felón (San Fernando) se manda
hacer celebración pública en toda España para festejar la vuelta del rey desde
Francia. Los turolenses aprovechan la ocasión para cambiar la fecha de la anterior feria de
primavera, por ésta, de la que aún tenemos memoria.
Así estaban las cosas en la
capital, celebrando por un aparte las ferias de San Fernando y por otra La Vaquilla
del Ángel custodio de la ciudad (de tradición medieval). Dos celebraciones diferentes en fechas y
contenidos hasta que en el año 1965, se unifican. Se trata de una medida
arbitraria que tiene un componente político nada desdeñable. Desde la posguerra,
Las Vaquillas se habían convertido en un quebradero de cabeza para el gobernador
civil de turno, que no encontraba la manera de controlar la fiesta (al inicio las peñas desfilaban delante del gobernador civil). Durante Las Vaquillas la ciudad quedaba “libre” por tres días del control de la dictadura franquista.
A la ciudad llegaban, entonces, las gentes más dispares y traían todo tipo de información
y propaganda. Individuos del Partido Comunista de España (PCE) y
Anarquistas (CNT) sabiendo la impunidad de estos días nos cubrían de abundante propaganda:
pasquines, libros (Ruedo Ibérico), revistas (La Soli y Mundo Obrero), pegatinas, música, etc., etc. Yo mismo he recibido abundante
propaganda durante esos días. Además en la misma calle Temprado, a pleno día, se consumía
todo tipo de drogas. Recuerdo que delante de la casa de Doña Blanca se formaban
corros donde corría el alcohol, las dogas y la propaganda política perseguida
por el régimen. También corrió el "mito" del amor libre a la sombra del mudéjar turolense. La policía no entraba en la ciudad a pesar de saberlo todo. Tal es así que el lunes de
Vaquillas a las 24:00 horas y tras tirar la traca de fin de fiestas la policía
entraba con rotundidad en el caso viejo: cesaban las orquestas, se apagaban las luces, se
dispersaba a la gente y se ponía fin de forma total a la “libertad”. Esto lo
hemos vivido muchos turolenses.
¡Cómo contener la marea?... en el
año 1965 se unifican la feria de San Fernando y La Vaquilla. Si se mira bien el
cartel, en su parte izquierda, se lee “FESTIVALES DE ESPAÑA”. Entonces se nos
dijo que se iba a crear un circuito de festivales en toda España de carácter turístico
en los que entraría Teruel y eso nos podía beneficiar mucho. Nada de eso se hizo. Se juntaron las dos
celebraciones pero no se unieron, siguen sin unirse, son dos mundos diferentes y no hubo permealización de una sobre otra. "Las Ferias” tiene un componente más lúdico y cultural, mientras que Las Vaquillas (originalmente correr toros en la plaza del Mercado) ha terminado en un botellón, a excepción del lunes por la tarde.
Qué La Vaquilla vuelva a ser lo que se supone que fue históricamente (hasta la Guerra Civil (36-39) puede suceder o no, el tiempo lo dirá. Lo cierto es que si se observa con detenimiento, La Vaquilla, ha ido cambiando siempre, a veces de forma imperceptible, pero manifestando que es un cuerpo vivo con capacidad de adaptación. Esperemos que ahora que hay LIBERTAD las cosas fluyan por mejores derroteros.