LA ENHIESTA TORRE DE LA CATEDRAL DE TERUEL LUCE, YA, COMPLETAMENTE RESTAURADA
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El papa Clemente VIII se vanagloria
de haber sido engendrado en Teruel, así lo manifiesta la lápida que cubre sus
restos mortales en la catedral de Mallorca: “YO QUE ESTOY EN EL ANTRO DE LA
TIERRA, SOY LLAMADO GIL, ESTIRPE ESCLARECIDA DE LOS MUÑOZ. ENGENDRADO EN
TERUEL, CUYO FUERTE CASTILLO DE LA GENTE DE ARAGÓN ES FAMOSO POR TODO EL ORBE”.
Y, por ello, nadie entenderá la estructura urbana de Teruel si no entiende que
toda ella es un castillo. Y que, las torres mudéjares, forman parte de esa
primigenia estructura que dividía el interior de la fortaleza en polígonos
comunicados a trabes de los arcos que se abren debajo de las torres. Sin embargo,
cuando se terminó la estructura total del castillo, ya no tenía función
operativa pues, la reconquista, ya iba avanzada. Sin embargo, aún tuvo tiempo
de probar su eficacia con ocasión de la Guerra de los dos Pedros. Pero, considerándola
inexpugnable, hubo que crearse una leyenda (la del Portal de la Traición) para
justificar la rendición de la plaza. Una traición que apunta a los Marcillas ya
que vivían próximos al punto en que se produjo la entrada de los castellanos en
la plaza.