EL REPARTO DEL PODER, BASE DE LA DEMOCRACIA
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En la cuna de la democracia, la antigua Atenas, donde ésta nació y se desarrolló durante casi 200 años, las elecciones eran consideradas como antidemocráticas. Al contrario que en un Parlamento, los miembros no eran elegidos, sino que eran ciudadanos que podían asistir cuando quisieran. La democracia creada en Atenas era directa, no representativa como las actuales: cualquier varón adulto que fuera ciudadano, mayor de 20 años y libre podía participar, y era un deber hacerlo.
En su origen, pues, la democracia no se fundamentaba en las elecciones, en las urnas. ¿Cuál era, pues, el fundamento de la democracia? Paradójicamente el fundamento de la democracia griega era/es el mismo que el actual, pero mucha gente no alcanza a descubrirlo y los ejemplos son abrumadores.
En la Grecia clásica, hipotéticamente, en el siglo V antes de Cristo, supongamos que había una población entorno a los dos millones de personas (2.000.000). De esta población, las mujeres no participaban de la política, es decir, en la vida pública y sin embargo alcanzaban la mayoría de la población, más del 50% de los griegos eran mujeres. Luego estaban los esclavos, que alcanzaba a un tercio de la población y tampoco (lógicamente) participaban en la política y, finalmente, los extranjeros que tampoco podías participar en la vida política ateniense. En resumen, los hombres libres eran una minoría. Con esta situación el fundamento de la paz social estaba en EL EQUITATIVO REPARTO DE PODER entre los hombres libres.
España o Europa, en la edad actual, han entrado en guerra cuando el reparto del poder no ha sido equitativo entre las gentes o entre los estados. En España hay democracia (¿?) desde la restauración borbónica y la creación del sistema de alternancia en el poder ideado por Cánovas del Castillo. En el lecho de muerte le dice el rey Alfonso XII a su esposa: “ya sabes, de Cánovas a Sagasta...” El rey advierte a la futura reina-regente de la importancia de la alternancia en el poder (del reparto del poder). Las elecciones son una forma de establecer o facilitar el equilibrio de poder, pero, las elecciones no garantizan la democracia, es decir, el reparto de poder y la paz. ¿De cuantos sistemas electorales han surgido dictaduras y guerras? Sin ir más lejos ahí tenemos la II República Española. Se produce el golpe de estado tras unas elecciones. Los republicanos decidieron que ya no habría alternancia de poder en España. Que ya no habría reparto de poder. Así se acabó con el sistema electoral y con la democracia. Vino una dictadura, pero de otro signo.
Conviene saberlo...