Busto-relicario de Santa Emerenciana
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SANTA EMERENCIANA
23 DE ENERO
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Muchos turolense se preguntan el por qué una santa tan poco conocida y,
cuya vida, que no tuvo nada que ver con Teruel, es patrona de la ciudad. La
respuesta a tal pregunta está en la Miscelánea de Domingo Gascón. Al parecer,
allá en el lejano siglo XIV, en una de las visitas que hizo a la ciudad el Gran
Maestre de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, Juan Fernández de Heredia
(estableció su señorío en el castillo de Mora de Rubielos de aquí deviene el
condado de Fuentes y Pignatelli) trajo cuatro reliquias y las repartió de la
siguiente manera. Para Villel, Santa Otilia. Para Alfambra, Santa Beatriz. Para
Cella, Santa Rosina y finalmente, para Teruel, fue Santa Emerenciana.
Esta modesta santa a la que apresaron rezando en la tumba de Santa Inés,
tampoco se ha prodigado mucho, de tal manera que solamente hay tres parroquias
y una capilla en el orbe cristiano dedicadas a su culto. La capilla está en la
Catedral de Teruel y las parroquias corresponden, la más antigua, al pueblo de
La Puebla de Valverde, seguidamente, viene la del barrio del Ensanche en
Teruel capital y, finalmente, la tercera está en la Colonia La Aurora de
Zopopan, Jalisco (México) levantada en el año 2001.
Paralelamente y como estamos conmemorando
el 80 aniversario de la Batalla de Teruel, hay que recordar al respecto que,
las reliquias que se hallaban en el busto-relicario de la Santa fueron
profanadas en estas fechas. Pasada la contienda el obispo Fray León Villuendas
Polo (de Torrijo), en una de sus visitas a Roma, volvió a traer otras reliquias de la Santa.
Hoy, para la mayoría de los
turolenses, incluidos los de la parroquia de Santa Emerenciana, la festividad
pasa desapercibida, porque se ha pasado su celebración al verano.
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