En pleno ciclo de la muerte según las practicas del animismo y de la tradición celta, la Noche de Difuntos, nos llega rebotada y transformada desde el imperio yanqui como la fiesta de Halloween. Una conmemoración de los antepasados que, como hemos dicho en otras ocasiones, ya conocíamos en Europa. En Aragón se llama Noche de Ánimas o dicho en aragonés, Nuei d´almetas. Ha triunfado lo de Halloween, por la fuerza del imperio, del comercio y de los medios de comunicación. También ayuda mucho la parafernalia que acompaña a la, ahora, convertida en fiesta de Halloween. Las imágenes que acompañan proceden del escaparate de la joyería Fabregat y es que cuando el dinero empieza a sonar nadie se resiste. Así decía el arcipreste de Hita: Hace
mucho el dinero, mucho se le ha de amar;/Al
torpe hace discreto, hombre de respetar,/hace
correr al cojo al mudo le hace hablar;/el
que no tiene manos bien lo quiere tomar. Y, efectivamente, ya tenemos otra fiesta basada en el consumo. Pues viva Halloween....
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