PODER Y POBREZA
Esta es una leyenda nacida de un error de base. Las culebras y serpientes no son mamíferos, no tienen mamas ni labios, por lo tanto no pueden mamar, es decir succionar. Pero, por qué nacen estas leyendas de culebras y musarañas que maman de la leche de la madres lactantes y, aún más, porque aparecen leyendas en las que un dragón, un diablo o un monstruo quimérico yace con una mujer recién parida. La respuesta a las dos preguntas no está nada clara, porque su significado se hunde en lo más oscuro de la intrahistoria del mundo rural antiguo en el que, la pobreza y el vasallaje formaban parte irremisible de la vida cotidiana del pueblo llano. Las madres lactantes y pobres, a menudo deben de vender su leche a las madres de los niños ricos, con la consiguiente merma para los propios. Por otra parte, existía el viejo derecho de pernada de los señores feudales. Las mujeres hermosas eran codiciadas por el todopoderoso señor y no podían sustraerse a sus deseos. Al marido, para sobrevivir, no le quedaba otra alternativa que consentir. En esta leyenda se pone de manifiesto ambos y dolorosos hechos. La mujer debe vender su leche y entregarse al poderoso señor.
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