Gaspar y Ana no tuvieron que festejar. Su matrimonio fue un "ajuste matrimonial" entre ambas familias. Un matrimonio de conveniencia. Las endogamias, es decir casamientos entre familiares y los ajustes eran comunes en todas las capas sociales y tenían como finalidad el reunir e incrementar el patrimonio: fincas, casas, ganados, títulos... Por esta razón, resulta tan llamativo el caso de los Amantes de Teruel en el siglo XIII, donde se plantea un matrimonio basado en el amor. Frente a este encorsamiento el fuero tenía "La Carta de Manifestación" en la que una pareja de jóvenes que se amaba y cuya relación no era admitida por las familias se decía que: "SALÍAN MANIFESTADOS". Es decir, la pareja se refugiaba en casa de un pariente neutral que hacía las funciones de "Cárcel de los Manifestados" hasta que se resolvía el asunto. De la misma manera, el que un forastero viniera a casarse con una moza del pueblo se veía mal. Los mozos del pueblo veían que no podrían alcanzar la dote de la novia si el novio era forastero. Por esta razón, se creo, para incorporar al forastero al ámbito local (para socializarlo), el "PAGAR LA MANTA". Una cantidad de dinero que se gastaba en vino y cacahuetes. Pagada la manta al pretendiente ya se consideraba del pueblo.
No hay que extrañarse de estas prácticas ancestrales si consideramos que el matrimonio monoparental o tribal nacen en el Neolítico con la aparición de la propiedad privada, y la forma de transmisión de ésta, a los herederos.
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Aquí estaba el solar de los Sánchez Muñoz. Famosa familia que llegó a tener un Papa (Clemente VIII) sucesor del Papa Luna, que acabó con el cisma de la Iglesia y cuya tumba está en la sala capitular de la catedral de Palma de Mallorca.
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Portal de la casa de los Pérez Arnal ahora integrada en el palacio de los Sánchez Muñoz
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Pérez Arnal, señor de Cortes.
Es un escudo parlante que lleva tres peras: Pera- Pérez
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En primer término, ahora adosada al palacio de los Marqueses de la Cañada, la casa de los Pérez Arnal.
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