MAYO, EL MES DE
LA VIRGEN
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La crisis
sacerdotal ha hecho que la Iglesia Católica, antes que elevar a la mujer a la
condición de presbítero, haya decidido traer sacerdotes de los más diferentes lugares.
A menudo, estos nuevos sacerdotes, desconocen lo esencial de nuestra cultura y
se enfrentan a unos feligreses que, atónitos, observan los nuevas formas y
maneras de ejercer el apostolado.
Si algo debe
saber un cura de pueblo es que, en nuestra sociedad, en la más tradicional,
sigue perviviendo un sustrato politeísta, ciertamente, enmascarado. Dos
ejemplos lo aclararan a la perfección. El primer ejemplo tiene como referente
la parte oriental de Aragón allí, donde se instalaron en el año 1936, las
columnas anarcosindicalistas. En estos pueblos se quemaron todos los santos de
las iglesias. Todo ardió completamente en las plazas de nuestros pueblos. Tras
la guerra hubo que recompone los referentes advocacionales. Dos imágenes fueron
las primeras que se compraron. Una, un Cristo, que se situó en la capilla del ya
existente y, después, una Virgen Dolorosa. Además, se trató de reproducir
(donde la hubo) la imagen de la Virgen patrona del lugar de la forma más fiel
posible. Al Cristo se va a pedir remedio para los males que a menudo nos
aquejan y, a la virgen, se va a buscar consuelo mimetizando nuestro dolor con
el suyo. En Encinacorba no sucedió nada de eso (desastres de la guerra) y por ello el templo permanece
integro. Pero, en Encinacorba, la Virgen del Mar es un referente que supera lo
puramente religioso. Tal es así que una frase de un joven encinacorbero resume
el significado de la imagen de la Virgen del Mar para todo el pueblo: “Yo no
soy creyente pero, a la Virgen del Mar, que no me la toque nadie”.
Si el cura del
pueblo, si el párroco, no entiende esto tan elemental está perdido porque la
feligresía entrará en crisis o desertará. La iglesia, a su vez, pierde su
condición de acogida, su condición de CATÓLICA
(universal) y entra en descomposición. El cura de Encinacorba el día que
encendió el foco del Sagrario y apagó el de la Virgen del Mar, frustró y entró
en desconexión con los fieles. O no entiende nuestra cultura o no la quiere
entender. El arrianismo nunca tuvo continuidad en la vieja Piel de Toro.
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