AYER NO GUSTABAN LOS MINISTROS DE LA
CEDA HOY, NO GUSTA RAJOY.
“Fue en octubre de 1934 cuando la II República
sufriría la crisis más grave: el día 5, dio comienzo el movimiento
revolucionario, capitaneado por los socialistas, que llamaron al país a la
huelga general y la insurrección armada. La justificación: la entrada en el
gobierno de tres ministros cedistas.”
Estaban elegidos democráticamente,
pero… no gustaban. Esta es la razón fundamental para liarnos la manta a la
cabeza. Empezamos pues, a comprender la actitud de Sánchez y Rivera. O jugamos
nosotros o rompemos la baraja, una actitud infantil inédita en el partido
socialista desde 1975 hasta la fecha.
Empezamos a entender que Rivera no es
Rivera, es más, resulta más parecido a su Primo que a otras formas
democráticas. ¿Cuál es el problema para que gobierne el partido más votado?
¿Quizás el hecho de que no nos guste? ¿La política es cuestión de gustos, a
falta de argumentos más sólidos?
Leyendo la prensa el ciudadano
empieza a mosquearse y a pensar en que estamos entrando en una dinámica disparatada
y demasiado peligrosa. ¿Habrá terceras elecciones?
¿Puede dejarse de recoger la cosecha
por el mero hecho de que no nos gusta la marca de la cosechadora? Todo
demasiado pueril, demasiado trivial… demasiado impredecible para que los
empresarios y los emprendedores, acaso, no decidan emigrar a otros lares.
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