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Por Chusé María Cebrián Muñoz
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Solía recitarse en la escuela de carrerilla aquello de, Aragón tres: Huesca, Zaragoza y Teruel. Por este orden, de norte a sur, y sin más matizaciones de población, orden alfabético o circunstancia especial. Sabemos por la historia que al comenzar el siglo XIX, España estaba dividida en 14 reinos, 2 principados, 1 señorío y las Islas Canarias. Contrariamente a lo que se suele pensar ahora, de nuestras provincias, lo cierto es que éstas son un “invento” de los liberales del siglo XIX y más concretamente de la Cortes de Cádiz. Anteriormente, José I Bonaparte ya había organizado el territorio en corregimientos que es también, como la provincia, una forma de dividir administrativamente un territorio para su mejor gobierno. Así pues, el primer periodo de régimen provincial en la España contemporánea va, del año 1812 al año 1814. Bueno es recordarlo ahora que va a celebrarse, el año próximo, el bicentenario de la Constitución de Cádiz (La Pepa, por haberse promulgado el día de San José, 19 de marzo de 1812).
Las provincias van a reaparecer, de nuevo, en uno de los periodos más fructíferos y convulsos de la historia de España, el Trienio Liberal 1820-1823. España, la península y las islas, quedaba dividida en 52 provincias. Pero de nuevo la reacción absolutista hace que decaigan.
Finalmente, el real decreto de 30 de noviembre de 1933, promovido por Javier de Burgos deja ahora, definitivamente, a España dividida en 49 provincias. A Teruel le corresponderán 10 partidos judiciales y 279 ayuntamientos (de ellos, 2 ciudades, 172 villas, 111 lugares y 6 aldeas). En dicho Decreto, en el de 1833 y en la Real Orden de 1834, a la provincia de Teruel se le otorga una población de 214.988 habitantes.
Un poco más adelante, las islas Canarias se dividen en dos provincias, por lo que vuelve a cifrarse su número en 50. El número más alto de provincias se alcanza en 1960 con la conversión en cuatro provincias de los territorios africanos: Guinea Ecuatorial, Sahara Occidental e Ifni (54 provincias). En 1969 Guinea Ecuatorial se hace independiente e Ifni se incorpora a Marruecos y en 1975 el Sahara Occidental se pierde en beneficio de Marruecos.
España vuelve en la actualidad a contar con 50 provincias. Mucho se está hablando, ahora, de la supresión de esta división administrativa, que es constitucional, y que por lo tanto obligaría a hacer una reforma de la misma (rige la constitución de 1978). También podrían conservar su nombre pero vaciarlas de contenido, asimilándolas así, a una Dirección General y haciéndolas dependientes de los Gobiernos Autonómicos. Es un debate que está ahora en los programas políticos de los partidos y habrá que ver como evoluciona. El 30 de noviembre de este año se cumplirá el 178 aniversario de la fundación definitiva de las provincias y de las Diputaciones Provinciales. La Diputación de Teruel, en particular, administra un territorio de 14.803 kilómetros cuadrados, con una población actual en torno a los 140.000 habitantes y tres partidos judiciales. Esta institución provincial no ha sido capaz de asumir el reto para el que fue creada. La provincia carece de una estructura básica de comunicaciones que la articule, pues el tramo de carretera entre Cantavieja y Bordón está sin terminar. Por otro lado, nuestra provincia, sigue perdiendo población a pesar de la llegada de inmigrantes de países subdesarrollados. En el año 1900 tenía 246.000 habitantes y tras la fuerte emigración de los años 60 del siglo pasado quedó en 155.449 habitantes (año 1975) y aún siguió bajando hasta los 136.000.
Resumiremos ahora el periodo de mayor pérdida de población de la provincia, comprendido entre 1960 y 1986. Época esta, en la que se produce la gran emigración del campo a la ciudad y la casi total desaparición de la minería (hierro y carbón).
Año 1960… 223.758 habitante y 236 municipios.
Año 1970…173.861 habitantes y 236 municipios.
Año 1981…153.457 habitantes y 236 municipios.
Año 1986… 149.423 habitantes y 236 municipios.
La provincia pierde 74.335 habitantes y ningún municipio. Quiere esto decir, que no hay ninguna política territorial. Se mantiene o aumenta el gasto administrativo provincial con 74.000 contribuyentes menos. Las Diputación Provincial de Teruel no ha querido ver la realidad y ha escondido la cabeza debajo del ala, como el avestruz. Para estos municipios que son inviables económicamente, pues solo producen gasto, se han creado las Comarcas como forma de racionalizar los gastos y coordinar los servicios. Las Comarcas están siendo, también, fuertemente criticadas pues producen mucho gasto y no racionalizan los servicios. En esta época de crisis, se está viendo, reducen las inversiones pero no se ajusta el gasto en sueldos, dietas, asistencia a comisiones, viajes, etc. etc. Se han construido enormes sedes para unas funciones que podrían hacerse en dos pisos. Resumen: España y particularmente Teruel, es un territorio con pocos recursos naturales y una penosa investigación, pero queremos vivir como ricos a costa de una presión fiscal que no se puede aumentar más, so pena de colapsar el sistema.
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